El acuerdo global y unánime que demandan el PSOE y el PP para que la organización del Ayuntamiento de A Coruña sea consensuada en sus negociaciones con Marea Atlánticanegociaciones Marea Atlántica y posteriormente aprobada en el pleno, algo que no se logró en la sesión del pasado sábado, pasa por que los sueldos de los concejales de cada grupo y la asignación de asesores satisfaga a la oposición. Solo el BNG apoya la propuesta de la formación de Xulio Ferreiro; los populares no han explicado qué aspectos no les gustan; y los socialistas dejaron claro en la contraoferta que enviaron a Marea el viernes que desean contar con tres asesores en vez de los dos que le ofrece y con 47.000 euros más en salarios para repartir entre sus seis concejales.

Esta es la diferencia que marca el desarrollo de los encuentros entre Marea y oposiciónMarea oposición, como subrayó el alcalde durante el pleno y a su conclusión. "Hay un 99% de consenso en la propuesta. El único aspecto que nos diferencia es la asignación de medios materiales, asesores y retribuciones, no nos engañemos", resumió Ferreiro.

PSOE y PP reclaman diálogo al partido del Gobierno local. Diálogo hay y ha habido en las últimas tres semanas de reuniones, lo que falta es entendimiento, como se comprobó el sábado a la hora de votar la propuesta que Marea planteó a los grupos que no van a gobernar pero que piden más recursos que los que ellos facilitaban a la oposición cuando sí gobernaban.

Ferreiro recordó al respecto que el PSOE "no protestó" hace cuatro años por haber recibido del Gobierno del PP "una dotación sensiblemente inferior" a la que ahora le ofrece MareaPSOE Marea. En 2011 los socialistas tenían ocho concejales, ahora tienen seis. El alcalde admitió sentirse sorprendido y decepcionado.

Según Marea, no hay desacuerdo por la periodicidad que han de tener los plenos ni por la creación y composición de comisiones. El choque se produce al poner encima de la mesa la propuesta de salarios y de asesores para los grupospropuesta de salariosasesores . El Gobierno local asigna 320.000 euros para el regidor y ocho concejales -otro edil cobraría de la Diputación-, 140.000 euros para cuatro ediles con dedicación exclusiva del PP, 105.000 para tres del PSOE con la misma dedicación y 35.000 para la única concejal del BNG.

El grupo socialista acepta esa retribución para Marea, pero reclama 176.000 euros para el PP, 152.000 para el PSOE y 27.000 para el BNG sin detallar cuántos concejales de cada formación tendrían plena dedicación.

La propuesta del PP rebaja las asignaciones para Marea a 180.000 euros al sugerir solo cinco dedicaciones exclusivas incluida la del alcalde, acepta los 105.000 euros para los socialistas, le da media dedicación a la concejal nacionalista (17.500 euros) y reclama 175.000 euros para que se repartan cinco ediles populares.

En el apartado de personal de asesoramiento Marea asigna dos a PP y PSOE y uno al BNG, mientras que reserva 16 para su Ejecutivo con un salario conjunto de 459.000 euros. Los socialistas, que proponen un ahorro económico en este capítulo, reducen a ocho los asesores para el Gobierno y piden tres para PP y PSOE, a los que pagarían con 92.000 y 89.000 euros anuales respectivamente.

El criterio de proporcionalidad en la representación en la Corporación es al que más han aludido PP y PSOE estas semanas para defender la idea de que deben contar con más medios que los que tenían en otras legislaturas en las que no gobernaban. Los socialistas reiteraron ayer que es necesario un acuerdo global por la organización municipal que permita al Gobierno local y a los demás grupos "realizar las tareas que se le han encomendado de oposición y control de gestión".

El grupo encabezado por Mar Barcón también insiste en que su apoyo a la investidura de Ferreiro como alcalde "no se trata de un cheque en blanco", ya que recuerda que Marea gobierna en minoría.

Ferreiro defendió ayer su propuesta municipal en una entrevista en la Cadena SER y criticó que desde la oposición se le reclamen más medios al Gobierno local: "Hay quien dice que el salario que proponemos es mucho para nosotros y poco para ellos. ¿Es que piensan que hay dos clases de personas, las que pueden vivir con poco y las que necesitan mucho? Esta idea estaba instalada en la clase política y la ciudadanía lo vio y reaccionó en contra".