La reunión convocada por la asociación de vecinos de O Castrillón-Urbanización Soto para informar sobre las características del complejo polideportivo que se construye en el barrio generó "indignación" entre los asistentes al comprobar las características que tendrá la instalación, según informó el presidente de la entidad, Domingo Verdini. El malestar de los residentes al conocer que la obra que se realiza solo consiste en el levantamiento de la estructura hizo que los presentes en el acto del martes la calificaran de "chapuza" y que propusieran la puesta en marcha de movilizaciones, aunque la directiva de la asociación logró que estas iniciativas se pospongan hasta que la próxima semana sea recibida por el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, con quien analizará este proyecto del anterior Gobierno local.

La asociación consiguió recientemente que la Empresa Municipal de Vivienda y Servicios (Emvsa) le proporcionará el proyecto del polideportivo, documento que le negó de forma reiterada el anterior Ejecutivo local. En ese documento figura que la adjudicataria de las obras, Mercartabria -filial de Gadisa- únicamente construirá la estructura del edificio y la instalación comercial que incluye la iniciativa, mientras que el equipamiento deportivo, en el que figura una piscina, correrá a cargo de la empresa que explote posteriormente el recinto.

Verdini destacó las "limitaciones" que tendrá el edificio proyectado, ya que aunque la estructura del vaso de la piscina será de 25 metros de longitud, en el proyecto se indica que será de 20 metros como mínimo y los vecinos temen que su anchura impida incluso que tenga 5 calles. También expresó sus dudas el presidente de la asociación vecinal sobre la pista polideportiva anunciada por el anterior Gobierno local, que según el proyecto será de 44 metros de longitud y 23 de anchura, pero que no prevé la instalación de gradas, de forma que el adjudicatario de la concesión podría decidir transformarla en pistas de pádel para lograr una mayor rentabilidad.

La piscina cubierta y el polideportivo de O Castrillón se construyen en una parcela situada tras el colegio público Fernández Latorre. Se trata de una promesa realizada en tiempos de Francisco Vázquez y que fue retomada por el equipo de gobierno de Carlos Negreira tras haberse desestimado por su alto coste el proyecto presentado en tiempos de Javier Losada. El Partido Popular optó por convocar un concurso para que una empresa construyese y explotase la instalación, aunque ahora se sabe que será otra la que dote de equipamiento deportivo al edificio y luego gestione el recinto.