La ley dicta el futuro del edificio Conde de Fenosa, sobre el que pesa una sentencia inapelable del Tribunal Supremo que ordena su legalizaciónsentencia inapelableTribunal Supremolegalización. Pero las leyes y los reglamentos son interpretables y cada parte de un litigio busca en ellas matices que permitan satisfacer sus propios intereses. En el caso del inmueble de la calle Fernando Macías, los propietarios se apoyan en el artículo 5.2 del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) para defender que se puede legalizar el edificio sin realizar ningún tipo de obrapropietarios artículo 5.2PGOM legalizar el edificio sin realizar ningún tipo de obra; el Ayuntamiento admite esa vía legal que abre el planeamiento municipal, pero advierte de que al existir un fallo judicial de orden de demolición sobre la construcción es inevitable tener que hacer obras para devolver el inmueble a una situación legal.

"Me apoyo en las jefaturas de servicio y en la asesoría jurídica del Concello, que en principio coinciden en que el artículo 5.2 del plan general está diseñado para legalizar edificios fuera de ordenación. Pero en este caso entendemos que no sería aplicable porque sobre este edificio pesa una orden de demolición", explicó ayer el edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela.

El Ayuntamiento cierra así la puerta en la que los propietarios encontraban una salida para reparar las ilegalidades del edificio Fenosa sin realizar las reformas que el arquitecto encargado de diseñar el proyecto de legalización ya ha apuntado en un informe de conclusiones. Representantes legales de los dueños del inmueble transmitieron a Varela este martes esta alternativa basada en las clasificación de los usos y los niveles de afección urbanística, aunque el concejal les explicó que el Concello debe cumplir la sentencia del Supremo pero tratando de causar "el menor daño posible" a los afectados.

Con el propósito de mantener un diálogo cordial con la comunidad de propietarios del Conde de Fenosa y establecer un intercambio de propuestas, Xiao Varela entregó ayer a sus abogados el plan para legalizar el edificio, un documento que el anterior Gobierno local encargó al arquitecto Carlos Trabazo arquitecto Carlos Trabazo.

Un primer informe del proyecto avanza que las reformas que en principio sería necesario hacer son "obras de demolición y rehabilitación parcial encaminadas a la restauración, conservación, consolidación y rehabilitación del edificio", recogidas en el Plan General de Ordenación Municipal.

No afectaría, según el Concello, a ninguna vivienda ni a las superficies que ocupan; incluso contiene mejoras relacionadas con la seguridad del edificio, como la protección contra los incendios.

Esos trabajos afectan a vuelos, cornisas, aleros, cubierta y torreones del edificio. Todos son "viables desde el punto de vista urbanístico", admite el Gobierno local, aunque requieren una autorización previa de la Consellería de Cultura porque uno de los portales del Conde de Fenosa está pegado a un edificio protegido de la avenida Finisterre. Por este motivo el proyecto de Trabazo, que debería estar concluido y presentado en el Concello antes del día 12 de agosto, sufrirá un retraso y las actuaciones de reforma que finalmente indique realizar empezarán después de lo previsto.

Según las conclusiones del documento del arquitecto, "existen cuerpos cerrados volados que deberán ser reformados para adaptarse a la normativa vigente demoliendo una parte o transformándolos en galerías". También recomienda "demoler todos los elementos que superen los 100 metros de vuelo sobre la fachada exterior", que en el caso del edificio Fenosa son detalles decorativos en cuerpos cerrados volados y galerías.

La configuración de la cubierta existente también debe legalizarse adaptada al gálibo definido en el plan general de 2013, que a su vez remite en este aspecto al de 1985. Como el documento de aquel año no permite ningún elemento construido por encima de la configuración de la cubierta salvo pináculos y antepechos, los torreones del edificio Conde de Fenosa también tienen que ser demolidos. "La retirada de torreones no supone la pérdida de superficie", apunta el Gobierno municipal.