"No hay ninguna ciudad en la que se aplique este sistema", afirma Paulo Sexto, presidente de la asociación de vecinos de A Gaiteira-Os Castros, sobre la venta de muelles de la ciudad para financiar la construcción del puerto exterior, iniciativa a la que este colectivo se opone frontalmente. Para Emilio Vega, otro directivo de la ciudad, esa fórmula de financiación deriva del modelo de ciudad defendido por el Gobierno local presidido por Francisco Vázquez, del que asegura que tenía "la idea de la especulación para esa zona y luego chocó con la crisis del ladrillo".

El anuncio por el nuevo Gobierno municipal de que se opondrá a la venta de los muelles hace que la asociación vecinal de Os Castros, el barrio más afectado por la actividad del puerto, recuerde que defiende esta misma postura desde que en 2004 se firmó el acuerdo para la financiación de punta Langosteira que prevé la enajenación de suelo portuario.

"Nos oponemos a cualquier tipo de venta de los terrenos y a cualquier tipo de construcción privada en ellos", destaca Vega, quien considera que la edificación en los muelles "separará a los ciudadanos del uso social del mar" y que afirma que desde sus orígenes, esta asociación siempre ha defendido un concepto de "puerto limpio, que generara riqueza y que fuera beneficioso para los ciudadanos".

En opinión de este dirigente vecinal, la operación diseñada hace ahora 11 años es "una política meramente vazquista con una concepción que está en desuso, en la que se preveía la construcción de miles de viviendas y centros comerciales". Vega coincide además con el Gobierno local en que una operación de este tipo podría ser insuficiente para garantizar la financiación del puerto exterior a pesar de que el mercado inmobiliario se recupere y alerta de que el verdadero negocio "no está en los terrenos, sino en lo que se generará después, por lo que es un pelotazo a cuenta de que se necesitan 240 millones de euros".

La entidad vecinal tiene claro de dónde tendrán que venir los fondos necesarios para pagar las obras en Langosteira. "Ya que se trata de una infraestructura del Estado, tendría que ser el propio Estado a través del Ministerio de Fomento quien la financiara", afirma Paulo Sexto, quien recuerda: "Si hay dinero para hacer aeropuertos sin aviones, lo habrá también para hacer una infraestructura que es necesaria y que generará riqueza", en alusión al puerto exterior.

Emilio Vega pone de relieve que el Ministerio de Fomento ha asumido costes enormes en la reforma de otros puertos y que en el de A Coruña además hay un gran sobrecoste. "Si la Autoridad Portuaria ha gestionado mal esas obras y no ha sabido ver desde un principio en qué iba a acabar ese presupuesto, será ella, a través de Fomento, quien tenga que financiarlo", afirma.

La asociación piensa que la Autoridad Portuaria tiene además capacidad de aumentar sus beneficios y así contribuir a financiar el coste de Langosteira, ya que su "mala gestión" ha hecho que el tráfico de contenedores sea inexistente y que se haya perdido la posibilidad de que A Coruña forme parte de las Autopistas del Mar de la Unión Europea. Vega critica que no se haya potenciado el uso industrial de los muelles para el asentamiento de empresas relacionadas con las actividad portuarias y que no existan empresas transformadoras de la pesca, así como una estación marítima para viajeros de la comarca que redujera el tráfico por carretera. El colectivo vecinal señala también que puede recurrirse a la Universidad para investigar cómo se puede generar más riqueza en el puerto y aclara que es partidario de que se mantenga la actividad económica en los muelles porque "lo que genera riqueza no son los paseos".

Vega muestra además su extrañeza porque en 2000 se ampliaran a Repsol sus concesiones de los muelles hasta 2022 y de los pantalanes hasta 2033, mientras que ahora a algunas empresas se les ampliarán en 15 años las que poseen en San Diego más gracias a una reforma legal, lo que a su juicio obligará a indemnizarlas si finalmente se venden los muelles.

Para los dirigentes de la asociación, a pesar de que Marea Atlántica incluyó en su programa electoral el rechazo a la venta de los muelles, este partido "no sabe muy bien qué hacer en ellos", por lo que pretenden exponerle las que tiene el colectivo. "El Gobierno local debería elaborar un plan de viabilidad de esa zona portuaria", advierte Vega, quien estima que el equipo de gobierno "no se debe dejar amedrentar por la Autoridad Portuaria", a la que acusa de "meter presión y miedo" con las declaraciones en las que asegura que reclamará indemnizaciones si finalmente no se efectúa la venta de los terrenos portuarios.

Las propuestas de la entidad vecinal de Os Castros para los muelles que queden sin uso en el futuro pasan por la instalación de empresas limpias, ya que cree que se puede compatibilizar el uso cívico con el industrial. Vega recuerda que Fenosa anunció en su día que abandonará el depósito de carbón conocido como la Medusa pero que no sabía qué uso le daría, por lo que la asociación plantea crear en este recinto un museo de la actividad pesquera financiado por la propia fundación de esta empresa. "Los chavales van a la Casa de los Peces a ver tiburones, que aquí no los hay, y no saben cómo funciona un puerto", resalta este portavoz vecinal, que sugiere también ampliar la playa de Oza adaptando los actuales varaderos y recuperar el faro de Oza en colaboración con la Cofradía de Pescadores y la Sociedade Deportiva de As Xubias, así como crear un paseo desde la playa de Oza hasta la rotonda de entrada al muelle de San Diego.