Los placeros del mercado de Santa Lucía cerrarán sus puestos el próximo 30 de septiembre, ya que el día 1 de octubre el Ayuntamiento dará por terminado el plazo para la caducidad de la concesión de las instalaciones, en manos de la empresa Servicios Cerámicos, del grupo empresarial de Epifanio Campo. El concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, destacó ayer que el Concello ofreció a los vendedores la posibilidad de instalarse en los locales vacíos de otros mercados municipales. Los afectados, cuyo contrato es con la concesionaria, no con el Ayuntamiento, rechazan esta alternativa, al tiempo que acusan al Ejecutivo municipal de "mentir".

El representante de los afectados, Miguel Rodríguez Duribi, sostiene que el pasado mes de junio el Gobierno local les garantizó que continuarían en la zona mientras se ejecutase la reforma de las instalaciones. "Es una tomadura de pelo de lo más grande. Ahora nos proponen lo mismo que el anterior Gobierno. Incluso peor. Negreira al menos barajó que nos quedásemos los de alimentación y reubicar al resto en otros mercados", destaca, al tiempo que reprocha al Gobierno local el haberse "metido en un problema que ya estaba resuelto para prometer lo que no podía cumplir".

Duribi asegura que ninguno de sus compañeros aceptará la alternativa del Ayuntamiento y que la mayoría optará por alquilar o comprar locales en los alrededores de Santa Lucía para intentar mantener los clientes. "Lo que nos ofrecen no es una solución. Es una excusa que ponen para decir que rechazamos su propuesta. Los clientes de los que vivimos son los que tenemos en el entorno. Si los puestos a los que nos quieren mandar están vacíos es por algo. No hay demanda", explica Rodríguez Duribi, quien acusa al Concello de haberles hecho "perder el tiempo", ya que con el anterior Gobierno municipal iban a abandonar las instalaciones en julio. "Estos se metieron por medio, nos dieron esperanzas, muchos paralizamos las obras en los locales alternativos que teníamos y ahora nos vienen a ofrecer la misma solución", protesta el portavoz de los vendedores de Santa Lucía.

El grupo municipal del BNG también critica la solución aportada por el Concello durante la reunión que mantuvo ayer con los afectados. Así, los nacionalistas aseguran sentirse "sorprendidos" con los "inusuales cambios de criterio" de Marea Atlántica. "Después de enredar durante un mes, le ofrece a los placeros y placeras la misma solución que les había formulado el anterior Ejecutivo y que ya habían rechazado en su momento", denuncia el Bloque en un comunicado, en el que exige al Gobierno municipal que "deje de marear" con los placeros. El BNG recuerda que Esquerda Unida, "parte integrante de Marea", votó a favor de una moción aprobada en pleno en la que se acordó la compatibilización de la actividad económica y comercial del mercado mientras durasen las obras en el edificio.

El Ayuntamiento inició en julio un expediente de caducidad de la concesión porque considera que la adjudicataria incumplió con su obligación de mantenimiento de las instalaciones. Así, el Concello le instó a realizar reparaciones, cuyo coste calculó en 600.000 euros. La semana pasada, sin embargo, la concesionaria dio por terminada su relación con el Ayuntamiento y dejó en sus manos la conservación del edificio. Por el momento, las llaves las tienen los placeros y son los que se encargan del inmueble. La adjudicataria, informó ayer Lema, no presentó alegaciones a los requerimientos ni ejecutó las obras exigidas. "Se estudiarán las medidas que haya que tomar para defender los intereses del Concello", señaló.