La decisión de la Comisión Europea de no conceder fondos del programa Conectar Europa - Connecting Europe Facility (CEF) -adelantada por LA OPINIÓN- a cuatro proyectos en punta Langosteira obliga a la Autoridad Portuaria a asumir los 18,6 millones de euros que había solicitado, lo que agravará su situación financiera, que en los dos últimos años sufrió pérdidas por la necesidad de hacer frente a los compromisos crediticios de las obras del puerto exterior.

El Puerto garantizó ayer que las actuaciones para las que se había pedido financiación se llevarán a cabo a pesar de este revés y explicó que la Comisión Europea dio prioridad a las propuestas presentadas para el corredor mediterráneo, así como para las líneas marítimas de Bilbao a Algeciras y Lisboa, de forma que los únicos puertos españoles que recibirán fondos de este programa europeo son Bilbao, Valencia y Barcelona.

Para poner de relieve la viabilidad de las obras para las que se reclamó financiación, la Autoridad Portuaria recordó que la construcción de la galería de graneles líquidos, que tendrá un coste de 20 millones de euros, ya ha sido adjudicada y que la previsión es que esté concluida en 2017. Para esta actuación, el Puerto había solicitado una ayuda de 5,5 millones.

También destaca el organismo que la segunda fase de las obras del contradique se encuentra ya en marcha desde principios de este año pese a que no se recibirán los 9,3 millones solicitados a la UE para esta importante infraestructura, cuyo coste es de 35,9 millones de euros. En el mismo estado se encuentran los trabajos de construcción de las nuevas explanadas para operaciones del puerto exterior, que fueron adjudicadas por 2,8 millones y para las que se habían solicitado 1,3 millones.

El último proyecto para el que el Puerto había hecho una propuesta a la Unión Europea fue la conexión ferroviaria de Langosteira, para la que pedía 1,4 millones de euros. Sobre esta iniciativa, la Autoridad Portuaria da por hecho de que este año se licitará la redacción del proyecto, aunque el Ministerio de Fomento todavía no dispone de la declaración de impacto ambiental del trazado seleccionado.

La ayuda que se solicitaba para esta obra es muy reducida en comparación con el coste total del proyecto, estimado en 132 millones de euros, aunque la Autoridad Portuaria cuenta para ejecutarlo con otra línea de apoyo financiero de la EU, los fondos Feder, puesto que la ministra de Fomento, Ana Pastor, informó en una sus visitas al puerto exterior de que esta infraestructura recibiría recursos de ese tipo al haber dado Europa prioridad a las comunicaciones ferroviarias de los puertos.

Pero, aunque esté garantizada la ejecución de todos los proyectos diseñados para completar la nueva dársena, la incertidumbre financiera de la Autoridad Portuaria se incrementará con la decisión de la Unión Europea de no aportarle 18,6 millones de euros. El ejercicio de 2014 se cerró con unas pérdidas de 4,2 millones de euros, cifra 6 veces superior a la de 2013. Los responsables del Puerto se declararon además esperanzados con el resultado obtenido, ya que su plan de empresa había calculado que el déficit alcanzase los 7,3 millones.

Según el organismo, la razón de estos resultados negativos se encuentra en las amortizaciones y los gastos financieros que debe afrontar de los préstamos suscritos para llevar a cabo la construcción del puerto exterior, que suman 331,8 millones de euros. De esta cantidad, 170 millones corresponden a un préstamo de Puertos del Estado, a los que se añaden 126,4 millones de un crédito a largo plazo del Banco Europeo de Inversiones, entidad con la que se contrajo otro a corto plazo de 5,4 millones que debe ser amortizado este año.

De los 331,8 millones que alcanzaba la deuda total por Langosteira, el Puerto abonó ya 23,3 millones, cifra que solo supone el 7%, por lo que todavía queda un largo camino por recorrer para completar el pago de los créditos y los dirigentes de la institución advirtieron ya de que las pérdidas serán una constante en los próximos años. Los planes iniciales para financiar el puerto exterior habían previsto que un tercio del coste total de las obras se abonase mediante la venta de los muelles que quedasen liberados de actividad en el casco urbano, iniciativa que surgió del consenso logrado en 2004 entre el Ayuntamiento, la Xunta y el Ministerio de Fomento.

Pero la llegada al Gobierno local de Marea Atlántica rompió el acuerdo existente hasta entonces entre las tres administraciones, ya que la formación considera que la venta del suelo portuario es una iniciativa propia de otro tiempo y apuesta por dedicar esos terrenos a fines distintos que los inmobiliarios.

Frente a este planteamiento, la Autoridad Portuaria defiende la vigencia del pacto para la enajenación de los muelles, que considera vital para garantizar su estabilidad financiera, por lo que exige que se cumpla lo acordado. El Ejecutivo municipal replica que ya cumplió su parte del acuerdo al recalificar los terrenos en el plan general y alerta de que su venta no generará la cantidad esperada por el Puerto para financiar las obras.