Uno de los miembros de una organización internacional dedicada a asaltar joyerías fue condenado a cuatro años de cárcel por atracar a punta de pistola un establecimiento situado en Rúa Nueva en mayo de 2013. El juez destaca en la sentencia que hay indicios de que el procesado también participó en, al menos, otros tres robos en la ciudad entre 2010 y 2013. De hecho, el magistrado sostiene que se le puede "situar" en el asalto al mismo local de Rúa Nueva, la joyería Calvo, en septiembre de 2010, junto a dos personas que ya han sido condenadas; así como en el atraco a la joyería Romeu, ubicada en la calle Real, en 2011; y en el de la joyería Ragil, cerca de la calle Olmos, en 2013. El procesado está pendiente de los juicios por estos tres robos.

Por el momento, fue condenado por el que cometió en la joyería Calvo en 2013. El sospechoso se declaró culpable de los hechos y aceptó la pena que solicitaba la Fiscalía, por lo que el juicio no se celebró y el magistrado dictó sentencia oral en la sala. Contra el fallo no cabe recurso, ya que fue dictado con la conformidad de todas las partes implicadas. El titular de Penal 2 le impuso cuatro años de cárcel -tres y medio por cometer un delito de robo con violencia y seis meses por integración en banda armada-. Además, deberá indemnizar a los propietarios del establecimiento con 374.591 euros, que es el valor del botín que sustrajo, y a cada una de las empleadas del local con 5.000 euros por los daños morales que les causó.

El imputado, de nacionalidad estonia y sin antecedentes penales "conocidos", reconoció ante el juez que sobre las 10.45 horas del 18 de mayo de 2013, de acuerdo con otras dos personas que no han podido ser identificadas, accedió a la joyería Calvo. El procesado, que entró acompañado por uno de los otros dos individuos, llevaba una gorra y ropa para taparse hasta la nariz y evitar ser identificado. Una vez en el interior, esgrimió una pistola; y, su acompañante, un cuchillo. El arma no fue localizada, por lo que los investigadores no pudieron determinar si era simulada o estaba en condiciones de disparar.

"Con intención de amedrentar a las dos empleadas, le propinó a una de ellas un golpe con la pistola en la cabeza", indica el juez en la sentencia, en la que relata que el otro asaltante reventó cuatro expositores con una pata de cabra. En cinco minutos, los atracadores se apoderaron de 70 relojes de lujo, que fueron valorados en 374.591 euros.

El magistrado asegura en el fallo que la banda a la que pertenecía el condenado tenía "una altísima movilidad". De hecho, el imputado fue detenido en Irún, procedente de París, y en Suecia. Dos días antes de atracar la joyería Calvo, alquiló un coche en Bilbao para viajar a A Coruña. El mismo día del asalto, por la tarde, entregó el vehículo en el País Vasco. Al día siguiente por la mañana, fue localizado en Cataluña.