La historia de amor entre Alejandro Sanz y el Coliseum no es de este verano. Viene de muy atrás y se ha mantenido en el tiempo y así lo recordó el artista en su concierto del pasado sábado en el recinto de Alfonso Molina, que colgó, una vez más con el madrileño, el cartel de no hay entradas. Se lo dijo a sus músicos, que el Coliseum era su "casa" y su público, su "familia". A esas 8.500 personas que le cantaron, le bailaron y aplaudieron les dedicó un mensaje en las redes sociales. "Gracias, Coruña, por cuidar nuestro romance musical.... Y por dejarte despeinar... Te tengo que querer sí o sí", tuiteó el artista a la mañana siguiente.