El Plan Estratégico del Puerto de A Coruña para el periodo 2016-2020 incluirá entre sus trece objetivos operativos el "desarrollo de los ámbitos de Batería y Calvo Sotelo", lo que implica la urbanización de los dos primeros muelles interiores que la Autoridad Portuaria pretende vender para financiar las obras de punta Langosteira. Los responsables de la institución han intentado en varias ocasiones en los últimos años que el Ministerio de Fomento desafectase esos dos muelles para iniciar el proceso de la venta de los terrenos, aunque el Gobierno central lo ha rechazado.

La redacción del nuevo plan estratégico del Puerto será contratado mediante un procedimiento negociado sin publicidad y su coste será de 239.000 euros, mientras que el plazo de ejecución será de ocho meses a partir de su adjudicación, según consta en la licitación realizada ayer por la entidad portuaria.

No será la primera vez que la Autoridad Portuaria recurra a una empresa externa para elaborar su planificación, ya que el pasado mes de marzo adjudicó a la consultora KPMG por 59.895 euros la confección de un plan estratégico que consiga la captación de inversiones en el puerto exterior. Al mes siguiente, el organismo sacó a concurso un plan comercial para punta Langosteira por un importe de 181.000 euros, aunque este contrato todavía no ha sido adjudicado.

El pliego de prescripciones técnicas para la contratación del Plan Estratégico 2016-2020 detalla con profusión los contenidos del documento que deberá redactar la firma que lo elabore, aunque tan solo hace una mención indirecta a la urbanización de los muelles de la Batería y Calvo Sotelo con motivo de la puesta en funcionamiento del puerto exterior. Es en ese momento cuando cita que con el traslado de los graneles sólidos de los muelles interiores motivará "la reconfiguración de la ciudad de A Coruña", aunque elude detallar en qué sentido irá el "desarrollo" de los espacios portuarios que quedarán sin actividad que aparece entre los objetivos prioritarios para los próximos cinco años.

La inclusión de la urbanización de los dos muelles entre los proyectos más destacados del Puerto se produce en medio de la polémica entre esta institución y el Gobierno local acerca de la financiación de las obras de punta Langosteira, ya que Marea Atlántica rechaza el acuerdo firmado en 2004 para costear la nueva dársena, en el que se preveía que la venta de los muelles sin uso aportase un tercio del presupuesto de los trabajos.

Los nuevos responsables municipales son partidarios de revisar el convenio suscrito hace once años con la Autoridad Portuaria, el Ministerio de Fomento y la Xunta al considerar que respondía a un momento económico determinado diferente del actual, a lo que añaden que es posible que la venta de los muelles no consiguiese los recursos necesarios para sufragar las obras de Langosteira.

El Puerto advirtió por su parte de que esta decisión le dejaría en una situación financiera muy delicada, puesto que la construcción de la dársena exterior se está pagando en la actualidad con los créditos suscritos por la institución con el Banco Europeo de Inversiones y con Puertos del Estado. El abono de las amortizaciones y los intereses llevó ya a la Autoridad Portuaria a entrar en pérdidas en los años 2013 y 2014, por lo que ya alertó de que esta situación se repetirá en los próximos años y de que será imprescindible contar con los ingresos previstos por la venta de los muelles para garantizar su estabilidad financiera.