El edificio afectado por el fuego tiene dos fachadas, la de la calle Olmos y la del número 86 de la calle Real. El inmueble de la vía principal, antes de unirse con el de Olmos, fue destinado a viviendas, pero en 1919 fue transformado por el arquitecto Antonio de Mesa, quien recibió el encargo de convertirlo en un salón de café y billar que llevó por nombre Gran Café Moderno. Este cambio obligó a efectuar un vaciado total del inmueble, en el que solo se conservó la estructura y la fachada.