El cobro de las multas de las zonas ORA por no poner los tiques se limitaba, hace diez años, al 2% de las denuncias formuladas por los agentes de la empresa concesionaria. Como en la actualidad, el Ayuntamiento tan solo tramitaba las sanciones a los conductores reincidentes. Los empleados de la empresa concesionaria, que entonces era Aparki Sociedad Anónima, interpusieron 308.210 denuncias en 2004, tal y como hizo público el Concello en 2005. De éstas, sólo 6.845 desembocaron en un expediente administrativo abierto por el Ayuntamiento.

La acción de los empleados de la ORA no conllevaba, por sí sola, la tramitación de una sanción. Para que las denuncias concluyesen con una multa económica al conductor infractor, la retirada del vehículo, o ambas sanciones, debía personarse en el lugar un agente del 092 y formular una denuncia tras comprobar el incumplimiento de la ordenanza que regula la ORA. El Concello calculaba hace diez años que en torno al 40% de los automovilistas que aparcaban en zona azul pagaba por estacionar sus vehículos. En la actualidad, el cálculo que se hace sobre el volumen de sanciones tramitadas por la Administración municipal a infractores de la ORA se sitúa en una media de 10 al mes, una cifra insignificante en relación a la cantidad total de las infracciones denunciadas por los vigilantes. La actividad sancionadora se limita a los reincidentes, ya que hay un grupo de conductores que se niega por sistema a abonar las tarifas del servicio y que llega a reunir un elevado número de denuncias.

El incumplimiento de la normativa se hace más palpable en las zonas con tiempo máximo de estancia reducido, que coinciden con el entorno de los mercados municipales, ya que pese a que solo se puede permanecer una hora en la misma plaza, en la práctica los vigilantes únicamente sancionan a los coches sin tique.