Hay un día al año en el que los coruñeses descubren que Superman ya no puede volar sobre la ciudad. El mismo día en el que la triste realidad les dice que Mortadelo ya no volverá a disfrazarse ni a discutir con Filemón. Bajo un cielo gris, Batman deja a los coruñeses a merced de los malhechores y Astérix y Obélix a merced de los romanos. Acaba el salón del cómic y los suben a camiones, recorriendo Lavedra inertes, fotografiados en su destierro (incluso por conductores). Eso sí, hasta que vuelvan a ocupar su lugar de honor en la ciudad el próximo verano, en el que Viñetas desde Atlántico cumplirá 19 años.