La empresa concesionaria de la planta de basuras de Nostián, Albada, tiene autorización del Ayuntamiento para verter en la red de saneamiento de la ciudad las aguas que genera al tratar y gestionar los residuos, así como las pluviales que recoge en la instalación, mientras no se selle el depósito de basura, para lo que la Xunta ha dado un plazo de un año. A pesar de que la Xunta autorizó la clausura del depósito de desechos en noviembre de 2010, permanece sin sellar siete años después de agotar su vida útil.

Ante la falta de clausura del depósito, el Concello concedió a la compañía una prórroga en su adaptación a la ordenanza municipal de vertidos. Sin el sellado, argumentó la empresa en mayo de 2014, "no resulta posible la aplicación adecuada de los criterios de la ordenanza". El Ayuntamiento otorgó la prórroga en octubre de ese año para que Albada pudiera adaptar su planta de depuración a los "nuevos condicionantes de la ordenanza de vertidos". Esta decisión supone, para el BNG, un incumplimiento de la ordenanza de vertidos porque esta no incluye posibilidad de prórroga.

Los nacionalistas repitieron este argumento en las alegaciones que presentaron al proyecto de solicitud de autorización ambiental integrada de Albada para la planta de basuras. En el escrito dirigido a la Consellería de Medio Ambiente, destacaron que los vertidos se prolongarán "durante años", ya que el sellado de las celdas número 2 y 3 del depósito de rechazos no se realizará "a corto plazo".

La Consellería de Medio Ambiente defiende en la resolución por la que concede el permiso ambiental a Albada que, aunque la empresa pueda vaciar aguas procedentes de desechos, los líquidos se someten a análisis antes de que lleguen a la conexión con la red municipal de sumideros. Así, sostiene que se limita la cantidad de determinados productos tóxicos, como aceites, grasas o amoníaco, que pueden contener las aguas.

El Gobierno gallego expone en su contestación al Bloque que los técnicos realizan una analítica anual de "todos los parámetros" y recogen "datos mensuales" de las aguas pluviales generadas en la superficie. Además, según expone la Consellería de Medio Ambiente en su resolución, examinan el estado de la balsa de los líquidos formados por la mezcla de las aguas de lluvia infiltradas en el depósito de basuras, así como por otros productos y compuestos procedentes de los procesos de degradación de los residuos.