Los dos locales de hostelería que se iban a instalar en la superficie de la dársena de la Marina están en el aire, con la urbanización abierta desde ayer a los peatones, sin que el retraso indefinido en la adjudicación de los establecimientos sea explicado por parte del Puerto, ni públicamente ni a las empresas que participaron en el concurso que se realizó a finales de año para su construcción y explotación. En el espacio que se reservaba en los planos para uno de los bares, el más próximo a los parques infantiles, hay césped con sistema de riego automático, y en el otro, las mismas losas de granito que el resto del entorno.

Cinco empresas aspiraban a ubicarse en los dos locales de la Marina, de 191 y 158 metros cuadrados, según la documentación del concurso que abrió el Puerto el 24 de marzo. El desconcierto reina entre las firmas presentadas a la licitación. Consultadas al respecto, varias coinciden en que, a pesar de llevar casi medio año esperando, los responsables portuarios no le han ofrecido explicaciones. Alguna se ha puesto en contacto de forma oficial y escrita para solicitar una información a la que, consideran, tiene derecho, y otras están sopesando hacer lo mismo, habida cuenta de que han invertido en un proyecto para participar en el concurso público, incluido su diseño arquitectónico.

El verano apto para el terraceo ya ha llegado a su ecuador y la temporada alta, dado que aún habría que construir los locales, está perdida en el caso de resultar adjudicatarios. La Autoridad Portuaria ha evitado dar una respuesta a este periódico a las cuestiones que le fueron planteadas sobre el asunto durante el último mes. El Ayuntamiento coruñés señalaba ayer que está estudiando el tema para conocer por qué la construcción de los locales de hostelería previstos en el lugar ha quedado en suspenso. El problema podría radicar, según fuentes consultadas, en el tamaño de los establecimientos en relación a la edificabilidad permitida en la zona por su ordenamiento urbanístico.

Al concurso planteado por la Autoridad Portuaria en enero del pasado año, se presentaron cinco grupos hosteleros implantados en la ciudad. En el caso del espacio de mayor tamaño, de 191 metros cuadrados y el más cercano a los dos espacios infantiles, únicamente había un aspirante, Soho Café Coruña. Para el menor, con una superficie prevista de 158 metros cuadrados, se presentaron cuatro candidatos: Gasthof, A Mundiña y otras dos sociedades cuya marca comercial no figuraba en la documentación técnica del concurso.

Los hosteleros del entorno habían mostrado su malestar por la instalación de los negocios hosteleros. También el BNG, que preguntó en una sesión plenaria sobre ellos y criticó "los graves perjuicios económicos y la competencia desleal que van a suponer los nuevos establecimientos hosteleros a los negocios de hostelería que existen a día de hoy en la zona". El número de bares y restaurantes en el frente de la Marina ha aumentado en los últimos meses en previsión de la apertura del gran espacio peatonal.

Las cinco aspirantes prevén que cada local genere un volumen de negocio de entre 200.000 y 500.000 euros anuales, según la oferta. Los diseños presentados destacan por la transparencia de los edificios. Cuatro incorporan fachadas de vidrio que dejan abierta la vista entre el mar y las galerías, y un quinto opta por un vidrio que funciona como espejo del exterior.

La Autoridad Portuaria exigía en el concurso unos ingresos de al menos 200.000 euros, que se toman como base para calcular la parte variable del canon que cobrará por el contrato. Habrá otra parte fija en función de la superficie. En total, el Puerto prevé ingresar al menos 8.500 euros anuales por los dos locales. Los plazos de concesión formulados por las empresas llegan hasta los veinte años.