Desde marzo pasado es el portavoz de los hosteleros de la Marina. Antón Sáez, propietario de dos locales en la zona, representa a los negocios de su sector ubicados entre las calles Luchana y Fama, incluido La Montanera, en la esquina de la manzana siguiente. Con motivo de la reurbanización de la Marina constituyeron una asociación. Aún no advierten los efectos de la nueva obra en sus locales, reclaman que los problemas surgidos entre la Autoridad Portuaria y el Concello por las licencias de las obras se resuelvan cuanto antes y se oponen a que haya un negocio de hostelería más en plena explanada, proyecto reflejado en el plan original y cuya viabilidad estudia actualmente el Gobierno local.
-La Marina ha descubierto un nuevo tramo reurbanizado. ¿Los hosteleros de la zona lo han notado en sus negocios?
-Ayer [por el miércoles] y esta mañana [por ayer] notamos un poco más de gente en la zona, pero no significa que los locales estemos trabajando más. Cuando se abrió el tramo anterior, en el mes de mayo, sí vimos cómo la gente salía más a pasear y se paraba en las cafeterías, quizá porque toda la zona llevaba mucho tiempo en obras y vallada. Es pronto para valorar el impacto de la apertura, hay que verlo más a largo plazo.
-Este tramo se abrió con retraso. Aún falta la conexión de los túneles y, por tanto, la apertura total de la nueva Marina. ¿Cómo influye todo esto en el entorno?
-Sinceramente, estamos deseando que deje de haber líos. Tantas noticias como las de las últimas semanas crean incertidumbre y generan críticas. Porque se habla de licencias, de obras, de permisos y de conflicto entre el Ayuntamiento y el Puerto. Eso no es bueno para nadie y se nota, la gente lo nota. Y mucho menos es bueno para una obra como la que se ha hecho aquí, que con sus aciertos y sus fallos, es importante para la zona y para la ciudad.
-¿Qué aciertos encuentran los hosteleros?
-No solo los ven los hosteleros, los ven los ciudadanos. Hay espacio en la explanada para que se puedan organizar eventos, actividades, y no tienen por qué estar relacionadas con la hostelería, sino ser acciones de carácter ecológico. Las zonas infantiles están bien, ayer [por el miércoles] había muchos niños, aunque particularmente echo de menos las zonas que había antes. Y hay más espacio para pasear junto a las galerías, delante de las terrazas.
-Habla también de fallos.
-Sí. No hay zonas de sombra en un espacio abierto que es amplio. Quizá hagan falta plantas y flores en las zonas verdes, o plantar más árboles. También hay bastante separación entre un paso de peatones y otro. Y el tránsito de coches no da sensación de seguridad.
-Ya no hay vallas de obras, pero, ¿las vallas bajas que separan los carriles de circulación de la zona peatonal son adecuadas?
-Esas vallas tiene que haberlas mientras pasen todos los coches, pero tampoco transmiten seguridad. Parece que incluso esta zona abierta ahora sigue en obras y que los peatones y los coches pasean y circulan en el mismo plano.
-¿Confían en que cuando se retiren solo circule el transporte público y los residentes?
-Esperamos que así sea. Y que haya más señalizaciones y límites de velocidad, porque parece que a veces se circula algo rápido.
-¿Apoyan que haya dos nuevos locales en la explanada, licitados por el Puerto y aún sin adjudicar, y que el Concello analiza si se pueden levantar o no?
-La hostelería está saturada en la ciudad. Hay más mercado hostelero ahora que nunca y parece que nos estamos canibalizando. Sería una competencia desleal que a quienes llevamos muchos años en esta línea de ciudad ahora nos pusieran un nuevo local delante.
-¿Qué proponen?
-Algo que aporte valor a la Marina o que dé servicios a los ciudadanos: un stop-and-go para bicicletas o transporte ecológico, un punto de información turística o actividades para niños. Si tuviese que ser un local de hostelería debería ser algo diferente que complemente a los que ya estamos en la zona. Pero de momento la concesión para esos locales está en el aire y por lo que yo sé los hosteleros interesados no han sido informados por el Puerto.
