Las nuevas obras y reformas en lugares públicos que anunciaba el PP cuando gobernaba venían acompañadas de una expresión que el entonces alcalde, Carlos Negreira, no se cansó de repetir para realzar su impacto en la zona: "Supondrán un antes y un después". Los proyectos de los que el exregidor informó en los meses anteriores a las elecciones del 24 de mayo y de los que comprometió su ejecución para fechas posteriores también han tenido un antes y tendrán un después. Porque el nuevo Gobierno local está estudiando esas reformas anunciadas, según afirman fuentes municipales, que aseguran que la que se realizará en uno de esos espacios, la plaza de Monte Alto, será distinta a la que en su momento proyectó el PP.

A la espera de tener análisis más detallados o planes concretos de los que informar, el Gobierno municipal de Marea parece convencido de mejorar el diseño y los servicios de la plaza de Monte Alto, ubicada sobre el mercado del mismo nombre y en la avenida de Hércules, de un modo diferente a como los populares tenían pensado. El proyecto original se licitó el pasado 9 de marzo con un presupuesto de 861.000 euros. Se han presentado 16 ofertas y, según el perfil del contratante, aún no está adjudicado.

Negreira había anunciado que la obra incluiría la impermeabilización de la cubierta del aparcamiento, la reparación de las canalizaciones de agua y la instalación de un nuevo pavimento; además se sustituiría la parada de autobuses de la avenida de Hércules para conseguir su integración estética con el nuevo mobiliario urbano de la plaza.

El PP calculaba que tardaría solo cuatro meses en hacer la reforma de la plaza, pero con una inversión de 100.000 euros en este ejercicio y del resto para el próximo año. El nuevo Gobierno local hereda la obra completa. En el entorno de la plaza de Monte Alto, construida en 1982, se desarrollan en la actualidad trabajos de remodelación también anunciados por el PP en su día. Están casi terminados en la calle Joaquín González, pero continúan en Forcarey y aún no han comenzado en la calle Cuento.

En aquellos meses previos a la campaña electoral, el PP extendió las reformas urbanísticas a la plaza San Pablo y a la de la Sagrada Familia. En la primera, también licitada desde marzo y para la que se han presentado ofertas de 21 interesados pero aún no se ha adjudicado, preveía transformar la zona con mejores accesos, nueva pavimentación, saneamiento de pluviales, renovación de la vegetación, sustitución del mobiliario urbano, creación de una pista deportiva y reordenación de la zona de terrazas. Gastaría casi 1,7 millones de euros.

La Sagrada Familia también fue territorio de anuncios de reforma urbana por parte del PP este año. Ideó un nuevo diseño de plaza con nuevos accesos, más área infantil y mejor iluminación en la que hasta finales de este año no comenzarían los trabajos. Costarían 420.000 euros y el Ayuntamiento solo invertirá 150.000 en 2015. Los 270.000 euros restantes serán aportados en 2016 por la Xunta y Fomento, ya que las obras se desarrollarían al amparo del convenio suscrito entre las tres administraciones para desarrollar el Área de Rehabilitación Integral (ARI) de la Sagrada Familia.

Esta y las demás plazas públicas sobre las que se preveía una remodelación próxima serán ahora objeto de estudio por parte del Ejecutivo de Xulio Ferreiro, que prevé darle otro aire a los proyectos.

Otro de los proyectos del anterior Gobierno que ahora el de Marea tiene paralizado es la transformación de la cafetería Remanso, en Cuatro Caminos, en un centro cívico y cultural. Fuentes municipales admiten que también hay que estudiarlo y que, en todo caso, no se emprenderán acciones hasta 2016.