El cierre de mercado abandonó ayer las acostumbradas emociones fuertes de faxes de última hora y actualizaciones compulsivas de webs. La noche se quedó en un divertimento. Aunque más de un deportivista se llevó una alegría o sofocón cuando leía por las redes sociales que Riki había fichado por el Dépor. A muchos les llevó a equívoco que su nuevo club fuese el Deportivo Guadalajara, también conocido por sus aficionados como el Dépor. Dependiendo de filias o sus fobias, la falsa noticia era recibida con múltiples emociones. El madrileño deja Primera y se convierte en el fichaje estrella de Segunda B.