Los vecinos de la calle Rey Abdullah y sus alrededores llevan medio año intrigados porque la urbanización de una parte de esta vía que permanecía varios años taponada ya está aparentemente finalizada pero las vallas allí instaladas impiden su acceso y uso. La respuesta a este enigma urbanístico la ofrece el Ayuntamiento, que afirma que el arquitecto de la promotora que se encargó de los trabajos no ha presentado la documentación correspondiente al fin de la obra, por lo que la Administración local no ha podido recepcionarla ni abrirla al uso ciudadano.

El Concello no precisa el tiempo que lleva concluido el trabajo de urbanización, que incluye la instalación de alumbrado, el asfaltado de la calzada y la creación de aceras y una veintena de estacionamientos en superficie. Vecinos de la zona que se han quejado porque las vallas no se han movido del lugar y no permiten aún la conexión entre la calle José Luis Pérez Cepeda y la avenida de Finisterre a través de Rey Abdullah calculan que por lo menos la calle lleva medio año cerrada. Apuntan incluso que la vegetación ya brota de las juntas entre las baldosas de las aceras.

La empresa, consultada ayer por este periódico, sitúa el fin de la obra antes de las elecciones municipales de mayo pasado y admite que la documentación necesaria para poner fin a la obra "se está tramitando". Ningún dato más.

La urbanización de este tramo de la calle Rey Abdullah facilitará la comunicación entre Fernando Macías en uno de sus extremos y la avenida de Finisterre en el otro a través de esta vía que transcurre junto a uno de los laterales de la plaza Porticada. Pero los residentes en la zona se preguntan qué retrasa su apertura.

El tapón de esta parte de la calle impedía el tránsito de personas y vehículos desde hacía muchos años, hasta que una empresa asumió la reurbanización para enlazar las calles y mejorar las condiciones de movilidad. La obra se paralizó a mediados del año pasado porque en el lugar permanecía una vivienda unifamiliar de dos plantas en la confluencia de Rey Abdullah con el callejón de Cristales. La casa fue finalmente desalojada al entregar su propietaria las llaves y los trabajos continuaron a partir del mes de septiembre.

La esquina de Rey Abdullah con Pérez Cepeda está de momento presidida por vallas, rejas y una señal que prohíbe el acceso. Pero detrás de estos elementos ya no hay máquinas ni instrumental de obra, tan solo una grúa, pero en el interior de la plaza Porticada.