El paladar no entiende de ahorro ni recortes y la gastronomía sigue reclamando con sus atractivos el estómago de los coruñeses. La duodécima edición del concurso de Tapas Picadillo tendrá este año más platos, más establecimientos, más categorías y más premio. Empieza el próximo viernes 11 y concluirá el 27 de septiembre.

Un total de 74 establecimientos de hostelería de la ciudad -fueron 64 el año pasado- se han apuntado al concurso. Presentarán 97 tapas -frente a las 86 de 2014- para que un jurado experto y los coruñeses las degusten y valoren hasta al menos el mes de diciembre. En el periodo en el que dure el certamen se conocerán a los ganadores.

Este año habrá tres categorías de competición, una más que antes: la de tapa tradicional atrae a 61 locales, la de tapa creativa a 36 y a la categoría Maridaxe, que consiste en que la tapa esté acompañada de un vino, optan 13 establecimientos y está patrocinado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Valdeorras.

Todas las tapas del concurso tienen que estar elaboradas de una manera artesanal, sin recetas precocinadas y con algún producto gallego. Los hosteleros tienen que ofertar el plato que compita a sus clientes al menos tres meses, hasta diciembre, y a un precio de entre uno y dos euros.

Los premios a las mejores tapas tradicional y creativa están valorados en 1.500 euros, con un diploma acreditativo y una chaquetilla de chef añadidos. El premio Picadillo a la mejor tapa Maridaxe supone una visita para dos personas a una bodega de Valdeorras con alojamiento.

Los expertos de la Academia Gallega de Gastronomía visitarán los bares y restaurantes en los primeros diez días de concurso para puntuar las tapas de 0 a 10 atendiendo a los criterios de sabor, elaboración, presentación y relación calidad-precio. Los clientes también votar mediante cupones.

La organización y promoción han costado 56.500 euros y la campaña, 20.300, informa el Concello.