La avenida Salvador de Madariaga tiene castaños en sus laterales, castaños que, al acabarse el verano y dar sus primeros pasos el invierno dejan caer sus erizos al suelo. Uno de los vecinos de Elviña hace la recolección de estos frutos, todavía verdes y algo prematuros. Es su deporte de riesgo particular, ya que, cegado por las púas de los erizos, no duda en poner los pies en la carretera para atrapar una castaña escondida. Para la ocasión se viste como un verdadero deportista y es que durante la jornada de capturas en Elviña hace estiramientos, flexión de piernas y algún que otro ejercicio más ante el asombro de sus vecinos.