La asociación vecinal de Oza-Gaiteira-Os Castros pide al Concello que incluya al edificio Citröen, situado en el cruce entre la avenida General Sanjurjo y la ronda de Outeiro, en su catálogo de edificios de protección estructural, pues así se obligaría a los propietarios a mantener la fachada, cubierta y elementos estructurales del inmueble e impediría la "especulación" derivada de un posible derribo.

El edificio estaba incluido entre los edificios de protección estructural coruñeses en la redacción inicial del catálogo, y fue el único que el equipo redactor del documento, que se realizó con el PP en el Gobierno municipal, retiró de la lista. Los vecinos consideran que esto fue un "desprecio al patrimonio del barrio", que el Concello se plegó a la "solicitud y presión de sus propietarios", que habían recibido un mes antes licencia municipal de derribo, y piden que se "reincorpore" a la lista de edificios protegidos. El permiso municipal para derrumbar el inmueble caducó a principios de este año tras un plazo de veinticuatro meses.

El edificio Citröen, que fue construido en 1966 en base a los planos del arquitecto Andrés Fernández-Albalat, debe su nombre a que acogió a un concesionario de coches de esta marca. El edificio cuenta con una característica fachada de muro de cortina y la asociación de vecinos considera que se trata de "un punto de referencia de la modernidad urbana industrial" en A Coruña. Si se derribara el inmueble y se construyera en su lugar un edificio adaptado a la normativa actual, dicen los vecinos, se "sobredimensionaría una zona de alta densidad del barrio".