Las "ciudades rebeldes" se unen. Los municipios que están gobernadas por candidatos de listas ciudadanas -Madrid, Barcelona, Badalona, Santiago, A Coruña, Cádiz, Pamplona y Zaragoza- iniciaron ayer unas jornadas de trabajo para tejer redes de cooperación y combatir aquellas políticas que no se aplican para ponerse al servicio de los vecinos, sino todo lo contrario.

El regidor de A Coruña, Xulio Ferreiro, que habló justo antes de la anfitriona, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, reivindicó ayer la "ingenuidad" a la hora de gobernar y también la necesidad de la unión de las ciudades, de no sentirse solos para poder "sortear obstáculos" impuestos "desde un Ministerio en Madrid" que dice qué es "el bien común" y para "luchar contra el zombie de un modelo urbanístico pensado para la especulación".

Ferreiro aseguró que los miembros de Marea Atlántica no se sienten solos ni siquiera cuando pisan "una trampa". "Somos inexpertos y todavía pisamos algunas trampas. No pasa nada. Al contrario, ojalá conservemos esta ingenuidad hasta el último día", comentó Ferreiro y reivindicó que la política ha de hacerse "en común, no rivalizando". Es por ello por lo que queda abierta la posibilidad de que los regidores se reúnan en más ocasiones y compartan sus experiencias y soluciones.

En estas jornadas colaboran también la concejal de Participación e Innovación Democrática, Claudia Delso, y el edil de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela. Ambos visitaron ayer Can Batlló, una zona fabril de titularidad municipal y que el tejido asociativo de Barcelona está poniendo en marcha autogestionándose. La concejal de Igualdade e Diversidad, Rocío Fraga, participó en las reuniones centradas en el acogimiento a refugiados sirios.

En su discurso, Ferreiro, que recordó los momentos que le habían emocionado desde el día en el que prometió el cargo, fue aplaudido en varias ocasiones, sobre todo, al hablar de la retirada de la subvención a la feria taurina o de cuando en su primer día de alcalde dijo no a asistir a un acto religioso. También cuando mencionó que, en el próximo pleno, los vecinos tomarán la palabra y podrán intervenir y que en María Pita lució la bandera multicolor, en apoyo a la comunidad LGTBI. "Estamos orgullosos de ser rebeldes", gritó Ferreiro en Barcelona y puso el acento en no perder la capacidad de indignarse para no perder "a la gente", que es, para el regidor, "la única razón" por la que los alcaldes estaban ayer en Barcelona, en un encuentro "por el bien común".

En su discurso, el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, pidió "más sur", más presencia de los vecinos para conseguir el ansiado "bien común" y la regidora de Madrid, Manuela Carmena, aplaudió la iniciativa de su homóloga en Barcelona, Ada Colau, a la hora de ofrecerse como ciudad de acogida a refugiados. Y es que la alcaldesa catalana dejó para el final de su discurso la lectura de algunas cartas de vecinos que se prestan a ayudar, algunos ofreciendo sus casas, otras, lo único que tienen, "tiempo" y "cariño". "Si Ana -que es una mujer con discapacidad- puede ayudar, ¿cómo no va a hacerlo el Estado español. Vergüenza", se indignó Colau, antes de hacer un repaso por la historia escrita en femenino. En los discursos hubo también referencias a la violencia machista. "Las mujeres no nos morimos, nos matan", sentenció Colau.