El Concello avala la legalidad de las obras que se realizan en dos solares privados de la Fábrica de Tabacos. A pesar de que los Gobiernos anteriores intentaron tramitar un expediente de caducidad por la demora y el abandono de los terrenos, este nunca se llegó a cerrar porque la promotora, explica el Concello, demostró "siempre" su intención de abordar los trabajos. Aún así, matizan, solicitarán a la firma que pida la prórroga de forma oficial para continuar con los trabajos.

La promotora del grupo San José dejó pasar ocho años desde que una Junta de Gobierno Local de julio de 2007 le concedió la licencia hasta que las primeras estructuras se asomaron por encima de los cerramientos de dos de las tres parcelas sin construir. Según explica el Ayuntamiento, en varias ocasiones durante los anteriores gobiernos se intentó llevar a término sin éxito una resolución de caducidad del permiso de construcción.

Los trámites se iniciaron sin resultados y el expediente fue tumbado cuando la constructora demostró en todos estos conatos "su intención de edificar", una fórmula oficiosa para prorrogar las obras avalada por múltiple jurisprudencia, según fuentes municipales. En todo caso, y aunque aseguran que los trabajos se desarrollan dentro de la legalidad, el área municipal de Rexeneración Urbana reclamará a la promotora que solicite de manera formal la prórroga de la autorización.

El polígono de Tabacos está configurado por seis parcelas, además de la antigua factoría, en rehabilitación para convertirla en sede judicial. Tres áreas son de vivienda protegida, construidas y habitadas, y otras tres son de vivienda privada. Altadis, la multinacional que cerró la fábrica, las vendió a una UTE formada por San José y Espacios Urbanos en 2005 por 79,3 millones de euros, casi el doble del precio de salida de la subasta.

Dos de ellas, con futura fachada a Ramón y Cajal, son las que albergan actividad. La tercera linda con General Sanjurjo. La licencia de obra fue concedida en su momento a Udralar, una de las filiales inmobiliarias que el grupo San José sacrificó en diciembre a favor de la banca acreedora para salvar al conglomerado. San José sigue siendo la constructora encargada de levantar los inmuebles. Fuentes próximas a la construcción optan por no dar detalles de los inmuebles porque la intención, aseguran, es alterar el proyecto. Según el ordenamiento incluido en el plan general, podrían levantar cuatro sótanos de garaje, bajo, entre planta, seis plantas y bajo cubierta. Tendrían 81 y 82 pisos respectivamente.