Según explica el coordinador del grupo de Redes de Neuronas Artificiales y Sistemas Adaptativos-Imagen Médica y Diagnóstico Radiológico, Alejandro Pazos Sierra, el grupo utiliza técnicas de las ciencias de la computación y la informática para realizar desarrollos en otras áreas del conocimiento. Así consiguen aplicaciones médicas, a la hora de tratar el cáncer de colon o estudiar la circulación sanguínea o las patologías cardiovasculares, como en la obra civil.

De acuerdo a Alejandro Pazos, los diversos miembros del grupo trabajan de forma simultánea en "múltiples" líneas de investigación, pero todas están dedicadas a aprovechar técnicas de inteligencia artificial para resolver problemas en el ámbito de la biomedicina y, en menor medida, de la obra civil y la arquitectura. La característica esencial de las investigaciones del grupo, de la que deriva su nombre, es que realizan aplicaciones de inteligencia artificial a través de programas informático que "emulan" el cerebro humano, reproduciendo la estructura de neuronas interconectadas de este. Esta disposición, explica Pazos, funciona "muy bien" a la hora de reconocer patrones a partir de datos en bruto, por lo que resulta especialmente útil a la hora de realizar diagnósticos.

Una de las líneas de trabajo del equipo investigador modeliza el funcionamiento de las neuronas y parte del sistema nervioso central humano. Otras desarrollan sus aplicaciones: para diagnósticos médicos, en ayuda a la toma de decisión terapéutica o para el control y seguimiento de pacientes. Según explica el coordinador del equipo, "en todos los ámbitos de la acción clínica tenemos desarrollos".

El grupo realiza actualmente diversas actuaciones para aplicar estas redes de neuronas a diferentes patologías y problemas médicos. Sus investigaciones tienen aplicaciones tanto en el tratamiento del cáncer de colon como en la hemodinámica (estudio de la circulación sanguínea), el análisis del comportamiento de los vasos coronarios y las patologías cardiovasculares, en el estudio de la epilepsia o en el control de los pacientes en unidades de cuidados intensivos. También han perfeccionado el procesamiento de imágenes médicas, y desarrollado ayudas técnicas para que personas mayores y con discapacidad puedan acceder a tecnologías de la información y la comunicación.

El equipo es uno de los grupos con más trayectoria de los que están actualmente en activo en la UDC, y las investigaciones dieron sus primeros pasos en 1989. Hoy integra a unas cincuenta personas, entre ellos varios catedráticos o profesores titulados de la Universidad, que trabajan con otros investigadores en proyectos como la Red Gallega de Investigación en Cáncer Colorrectal.