El acusado de asesinar a su madre de 88 años en Arteixo suministrándole un cóctel de medicamentos y alcohol defiende que pactaron suicidarse debido a las deudas que acumulaban. El imputado envió un correo a la Guardia Civil en mayo de 2014 en el que informaba que ambos estarían "muertos", que no tenían familiares y que dejaba las llaves de la vivienda en el buzón "para que no rompiesen la puerta".

Los funcionarios se presentaron al instante en el domicilio del procesado, quien se negó a abrirles la puerta. Los agentes tardaron más de una hora en acceder a la vivienda. En su interior, según describieron ayer en la vista oral, se encontraron con el acusado lleno de cortes, ensangrentado y tirado en el suelo de la cocina. "Casi no podía respirar", afirmó un policía local de Arteixo que intervino en el operativo. El cadáver de su madre fue hallado en la cama tapado con una sábana.

El fiscal subrayó ante el jurado popular que la "única víctima" del caso es la anciana fallecida. El representante del Ministerio público sostiene que el imputado se vio "acorralado" por la Guardia Civil y que simuló querer suicidarse. Así, defiende que los cortes que se produjo no afectaron a sus órganos vitales, por lo que mantiene que su vida no corrió peligro. Además, hizo referencia a que en su primera declaración manifestó que su madre había ingerido sola los medicamentos. El correo que envió a los agentes, según consta en el escrito de calificación, se creó a las 23.22 del 11 de mayo de 2014 y se programó para ser enviado el día 12 a las 01.32 horas.

El sospechoso se negó a declarar en el juicio, que comenzó ayer en la Audiencia Provincial de A Coruña, pero su letrado insistió en que los dos tomaron la decisión de suicidarse debido "a que carecían de recursos para tener una vida digna". El procesado, para el que el fiscal reclama 20 años de cárcel, emigró de Argentina a España como consecuencia del corralito, según relató ayer su abogado, y trajo a su madre con él. En España, la situación no mejoró. Cuando fue detenido como presunto autor del asesinato debía ocho meses de alquiler del inmueble de Vilarrodís (Arteixo) en el que vivía con su madre.

La defensa del sospechoso contó que lo despidieron del trabajo cuando la anciana se quedó "incapacitada". En el momento de los hechos era "totalmente dependiente" de él. Entonces, consiguió que le prestasen dinero para comprar una furgoneta y trabajar transportando mercancía. "Nunca pudo cubrir sus gastos. Llegó a un punto que la Seguridad Social le embargó 3.000 euros y tuvo que vender la furgoneta, su medio de vida", aseveró el abogado, al tiempo que recalcó: "son dos víctimas de la crisis. Se vieron ahogados". La versión de la defensa es que la anciana era "perfectamente consciente de la situación económica en la que estaban", por lo que le pidió a su hijo que "pusiese fin a su vida".

El representante del Ministerio público cree, tras examinar las pruebas, que el sospechoso planeó la muerte de su madre. Así, lo acusa de un delito de asesinato con la agravante de parentesco por el que reclama a la Audiencia Provincial que le imponga 20 años de cárcel. El imputado permanece en prisión provisional. El juicio continúa hoy.