El curso escolar en los centros de Infantil y Primaria comenzará mañana con 19.542 alumnos matriculados en los colegios de la ciudad. La mayoría de los equipos directivos de los centros públicos lamenta que algunas de sus demandas para el nuevo curso no se hayan cumplido en este periodo estival, por lo que tendrán que empezar el ejercicio con los mismos recursos con los que terminaron el anterior.

La cifra de alumnos de Infantil ha disminuido este curso en un centenar. Frente a los 6.372 alumnos de Infantil del año pasado hay 6.265 -3.204 matriculados en colegios públicos; 2.793, en concertados y 268, en privados-. Los estudiantes de Primaria han aumentado en 396 y llegan a los 13.277 -6.475, de centros públicos; 6.066, de concertados y 736 de privados- frente a los 12.881 de 2014.

Algunos centros públicos pedían arreglos en sus instalaciones, un adecentamiento de las aulas o una cubierta para los patios. Otros adolecen de profesorado, de personal especializado que pueda atender las necesidades de sus alumnos. Entre los retos que se marca la comunidad escolar para este curso está la de adaptarse a la nueva ley de educación.

En el centro Anxo da Garda, los alumnos contarán con más profesorado que en el curso anterior. La Xunta le ha concedido un profesor de audición y lenguaje y un tutor, ya que se ha sumado un aula, "por el número de alumnos y por las necesidades del centro", explicó ayer la directora. El colegio Wenceslao Fernández Flórez estrenará este curso una rampa que une los dos patios de juegos. Se queda en la carpeta de los asuntos pendientes, el arreglo del patio que utilizan los alumnos más pequeños, así como el arreglo del techo, que es ya una vieja reivindicación del centro, porque al ser acristalado filtra la lluvia en invierno y acumula demasiado calor en verano.

En el colegio Salgado Torres el inicio del curso se está desarrollando "con normalidad", según explicó ayer la dirección del centro, aunque están llegando más peticiones de matrícula que en otros ejercicios. Esta situación desemboca en que, en algunas de las aulas el número de estudiantes sea superior al fijado como máximo, que es 25.

En el Ramón de la Sagra, la situación es similar. "Todos los años tenemos el ratio máximo en las aulas, pero este año, en algunas hay 26 o 27", explicó ayer la directora, Sara Lavandeira. Esto se debe a que "los repetidores no cuentan" y se suman a los alumnos que inician el curso que, en este centro, suelen ser 25. El centro cuenta con pavimento nuevo en la zona infantil y mantiene la vieja demanda del cambio de la cubierta del patio.

El Sal Lence estrenará este curso calefacción. Cuenta la directora, Victoria Vilarelle, que los radiadores eran tan antiguos que se caían y que, tras varias quejas, han conseguido que les cambien el sistema. En el colegio Alborada también están de estreno, han pintado unas aulas y adecentado dos que, si bien se construyeron porque se necesitaban, después el centro perdió alumnos y se cerraron, pero el censo de estudiantes ha subido y ahora vuelven a ser necesarias. "Nos gustaría cubrir una parte del patio", explicó ayer la directora.

Al colegio María Pita no le ha tocado estar en el reparto de obras de este verano, aunque sí que se han pintado las pistas de baloncesto y de minibásquet del centro. "Sabemos que los recursos son limitados y que no pueden llegar a todos a la vez y tenemos muchas demandas, pero por lo menos ya no tenemos inundaciones, como otros años", describió ayer la directora del centro, Esther López, que tiene más de medio millar de alumnos.

A un día del inicio del curso, el centro Manuel Murguía está todavía inmerso en las obras de ampliación. El centro prevé que en enero estén finalizadas las dos aulas nuevas, según explicó ayer el secretario del centro, Juan Luis Zapata.

Para José Manuel García, director del Emilia Pardo Bazán, el problema más importante en su centro es la reducción del profesorado, ya que afecta al alumnado "más necesitado". Su colegio ha perdido este año un especialista en pedagogía terapéutica y otro en audición y lenguaje, unos profesionales especialmente necesarios en el centro ya que tiene "un alto porcentaje" de niños con necesidades de apoyo educativos, entre ellos muchos con "problemáticas severas". La reducción de profesores, explica García, afecta tanto a la atención al alumnado como a la organización del centro. En cuanto a la dotación de infraestructuras, la dirección del Emilia Pardo Bazán señala que aún no se ha terminado su nuevo aulario infantil, en el que faltan partes de la obra como los ascensores. García señala que su centro tiene un "compromiso verbal" de que se reparará la cubierta del edificio de Primaria, actualmente cubierto con una malla azul desde el pasado curso, a finales de año.

En el CEIP San Pedro de Visma, los problemas se centran en el cambio de los libros de texto, que, según señala su director, Juan Manuel Pérez, es "bastante enrevesado" para las familias. Aunque el colegio intenta "poner todos los medios" para que los libros lleguen al mayor número de familias, no sabe si podrá llegar al 100%. Según Pérez, desde el Concello también se les ha trasladado que las reparaciones "se van a ver algo recortadas", en especial las de importancia secundaria.

La dirección del CEIP Raquel Camacho denuncia también que tiene fondos de libros de texto "desfasados" para tercero y quinto de primaria, y suma reivindicaciones relativas a la falta de dotación informática y de personal administrativo. Según fuentes del centro, el colegio tiene diez ordenadores sin poner a punto para el día 10, y, aunque "la Consellería tanto vende el libro digital", ha dejado en el centro "equipos sin actualizar, y los niños tienen el libro en soporte papel". Además, la gestión de las ayudas y los fondos de los libros les "desbordó en junio y lo sigue haciendo ahora", pues los profesores tienen una carga burocrática "que es muy complicado compatibilizar con las tareas pedagógicas.

En otros centros, el inicio de curso se anticipa sin novedad. La dirección del colegio Labaca señala que "no hay grandes incidencias". Según fuentes de este último colegio, "de matrícula estamos saturados, pero pasa en todos los colegios del centro". Sí señalan que, desde el cambio de Gobierno municipal, ha habido una "ralentización" de los proyectos que afectan a la infraestructura de los centros, salvo el mantenimiento y los arreglos. De acuerdo con la dirección, el anterior Gobierno municipal tenía previsto pintar los edificios durante el verano, y por el momento no se ha hecho "nada".