La calle de la Galera tiene un habitante nuevo. Tan popular como aquellos Laurel y Hardy de los Olmos o como el Astérix, Batman y Lucky Luck del salón del cómic. Viene de otro planeta. O eso parece. Se sienta todos los días en una terraza y le gusta la cerveza, la nicotina y, ocasionalmente, las copas. Vamos, un extraterrestre un poco viciosillo, que los dueños de un bar de la ocupada calle de Pescadería han sentado en una de sus mesas exteriores como reclamo de sus bebidas de otro mundo. La verdad, parece que funciona. Porque no son pocas las veces que se ven a turistas y oriundos tomarse fotos con el pequeño alienígena.