En 2010, el percusionista franco-marroquí Samir el Khomsi y el cantante y guitarrista andaluz Carlos Lobo coincidieron en la localidad francesa de Nantes, durante un festival solidario de apoyo a Haití, y del intercambio de ritmos y el interés mutuo por sus estilos de interpretación nació un proyecto de mestizaje musical, LaSmala. Cinco años después, ese germen se ha convertido en una formación que integra a una decena de músicos de diferentes países, y que traerá sus ritmos multiculturales a A Coruña con un concierto en el Garufa a las 22.00 horas.

La formación deriva su nombre del término árabe zmâla, que designa a las grandes reuniones de familias y caravanas que se producían cuando se debían hacer grandes desplazamientos. Esta idea de reunión y encuentro está presente en la filosofía de la banda. Según explica el Khomsi, LaSmala nace con la idea de mostrar que "la música no tiene fronteras" y que se pueden mezclar tradiciones muy diferentes sin que surjan peleas. Los conflictos entre los músicos, explica el percusionista, "se pueden superar gracias a la música, y debería ser lo mismo en la vida diaria".

Al año siguiente al de su creación, LaSmala viajó por diversos países latinoamericanos, como Chile, Argentina, Ecuador o Perú, país este último en el que formaron parte del proyecto Arte en la calle. A lo largo del viaje por el Nuevo Continente, los músicos de procedencia europea aprendieron la "cultura del día a día" y a "dejarse ir y no quemarse la cabeza", según cuenta el Khomsi. Y, además, fueron incorporando nuevos músicos, en un proceso en el que, resume el percusionista, "nos conocimos cada uno en el camino". Las diferentes influencias se han ido juntando, en mesa redonda, para crear una mezcla de ritmos "multicultural" en la que conviven tradiciones folclóricas americanas, europeas y africanas con influencias del reggae, el ska o la salsa.

¿Y cómo es posible conseguir que subsistan las músicas tradicionales en un mundo cada vez más marcado por el mestizaje y la multiculturalidad? El Khomsi señala que eso es parte de la "problemática" actual, pero, dentro de la banda, se trabaja con respeto y "mezclando los estilos y los ritmos pero preservando la identidad". La elección entre pureza y mestizaje se decanta hacia un lado u otro en cada tema, cuenta el percusionista, y "depende mucho de la letra y del mensaje que se quiera trasladar". Así, LaSmala respeta las particularidades de la tradición musical andina en un tema que habla de la nostalgia del hogar, y en otra canción, que sirve de "carta de identidad" de la banda y tiene un tono mucho más desenfadado y festivo, pasa a mezclar libremente la salsa con la rumba o el reggae.

Otra de las señas de identidad de la banda es la gratuidad. La formación se financia, en parte, con la venta de discos, pero al tiempo todas las canciones de su primer y último álbum están disponibles de forma libre en internet. "Que la gente descargue la música es lo mejor; que sea para todo el mundo, que pueda compartir", señala el Khomsi. Su segundo disco, que aún no está terminado, se colgará también de forma gratuita en la Red.

Por otra parte, LaSmala trabaja también los escenarios callejeros. Su cantante, Carlos Lobo, piensa que "la calle es el escenario más democrático que hay en el mundo", pues todos tienen acceso a él y no es posible rechazar a nadie. Actuar en la calle, defiende el Khomsi, permite "tener ante el mundo la actitud de llevar nuestros mensajes a todos".

Los componentes de LaSmala están descubriendo ahora, explica el Khomsi, en los ritmos de la tradición folclórica gallega, que pudieron apreciar recientemente durante su participación en el festival Vibra Balboa. El percusionista señala que les parece "muy interesante", en especial por su similitud con la música bretona.