El hombre que se sentó esta semana en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial insiste en que no mató a su madre, tal y como sostiene el fiscal, que reclama una condena de 20 años de prisión. La defensa del sospechoso solicitó ayer al tribunal popular que enjuicia los hechos que lo declare culpable de un delito de cooperación necesaria para el suicidio. El Código Penal establece para este ilícito penas de entre 6 y 10 años de cárcel, pero el letrado, Jorge López Abad, exige su reducción en dos grados, es decir, que la condena del procesado oscile entre un año y medio y tres años de prisión.

El representante del Ministerio público mantuvo ayer al término de la vista oral la imputación de asesinato. El representante del Ministerio público, no obstante, añadió también la acusación de cooperación al suicidio para que el jurado popular, si decide absolverlo del de asesinato, pueda declararlo culpable de la calificación alternativa. Los peritos corroboraron ayer que las cantidades de medicamentos ingeridas por las víctima eran "tóxicas".

El procesado, que se negó a declarar en el juicio, reconoció, a través de su abogado de oficio, haberle suministrado el cóctel mortal de pastillas y alcohol a su madre, que tenía 88 años y era dependiente. El imputado sostiene que pactaron suicidarse debido a las deudas que tenían y a la posibilidad de que los desahuciasen de la vivienda de Vilarrodís (Arteixo) en la que residían, ya que debían nueve meses de alquiler. La Guardia Civil encontró al sospechoso tirado en el suelo de la cocina de la vivienda "ensangrentado" y casi inconsciente debido a los cortes que se había provocado. El cadáver de su madre yacía en la habitación tapado por una sábana.

El letrado insiste en que los psiquiatras que testificaron ayer en el juicio avalan su versión, ya que asegura que indicaron que el hombre padecía "un síndrome depresivo" que desembocó en una "conducta suicida" debido a la situación económica que atravesaba. Además, los expertos detectaron "frustración" porque no había conseguido quitarse la vida.

El representante del Ministerio público mantiene que el acusado planeó el crimen de su madre. Así, subraya que los cortes se los produjo cuando se vio "acorralado" por la Guardia Civil e insiste en que la "única víctima" es la anciana. La defensa, por el contrario, recalca que tanto el procesado como su madre fueron "víctimas de la crisis", tanto en Argentina como en España, a donde emigraron solos con 900 euros en el bolsillo hace 13 años como consecuencia del corralito. El tribunal popular emitirá hoy su veredicto.