El acusado de matar a su madre en Vilarrodís (Arteixo) en mayo de 2014 suministrándole un cóctel de medicamentos y alcohol fue declarado ayer culpable de asesinato. El jurado popular tomó la decisión por unanimidad, si bien dejó la puerta abierta a que el procesado solicite el indulto, ya que considera que no es "perjudicial para la sociedad".

Los miembros del tribunal formado por ciudadanos rechazaron la versión que sostuvo el procesado, quien alegó que ayudó a suicidarse a su madre, que tenía 88 años y era dependiente. Según su testimonio, ambos pactaron quitarse la vida debido a las deudas que habían contraído, entre ellas nueve meses de alquiler del piso. De hecho, envió una carta a la Guardia Civil en la que informaba de que los dos estarían "muertos" cuando los agentes llegasen a la vivienda. Los funcionarios localizaron al sospechoso "ensangrentado" y tendido en el suelo de la cocina debido a los cortes que se había provocado. El cadáver de su madre yacía en una habitación cubierto por una sábana.

El jurado no creyó el relato del imputado, quien se negó a responder a las preguntas del fiscal y de su abogado de oficio, Jorge López Abad, durante la vista oral. El tribunal arguyó en el veredicto que los forenses determinaron que la mujer falleció por la ingesta de medicamentos y alcohol. Además, hizo referencia a los informes de los psicólogos, quienes señalaron que el sospechoso estaba "en plenas facultades mentales".

Al finalizar el juicio, el condenado leyó un comunicado entre lágrimas, a través del que explicó que llegó a España hace 13 años procedente de Argentina con 52 años y doscientos euros en el bolsillo. Después de un año, ahorró para pagarle el viaje de su madre, siempre según su versión. El acusado contó a los miembros del jurado que trabajaba en una empresa que se dedicaba a colocar pladur, pero que cuando llegó la crisis se quedó en el paro. Entonces, pidió un préstamo para comprar un camión y trabajar como autónomo para la misma compañía. "Solo dos o tres meses pude salvar gastos. El dinero se acabó. Me quedaban las tarjetas para salir hacia delante. Tenía deudas del alquiler, el IVA y la Seguridad Social, que me dijo que me quitarían el camión si no pagaba 2.900 euros, así que lo vendí por 3.500 euros", señaló al término del juicio. El imputado aseveró que su madre estaba cada día más débil "hasta el punto de que no podía levantarse de la cama".

"Le conté lo que ocurría, que estaba sin oportunidad de recuperación, íbamos a ser desalojados y terminar en la calle. No aguantaba la situación. Le dije que me sentía viejo y hundido, había decidido quitarme la vida", argumentó. "Ella me dijo: 'si te vas a suicidar, me llevas contigo. Son muchos años de dolores insoportables y ahora, además, completamente inútil. No quiero quedarme sola y sufriendo'", añadió el condenado.

El tribunal popular descartó condenar al procesado por cometer un delito de cooperación necesaria para el suicidio, tal y como reclamaba su defensa, que solicitaba que le impusiesen entre un año y medio y tres años de cárcel. Los ciudadanos, al igual que el fiscal, determinaron que el procesado asesinó a su madre, es decir, que le suministró cantidades tóxicas de medicamentos mezcladas sin su consentimiento. La Audiencia Provincial fijará la condena en los próximos días. La pena para el delito de asesinato que establece el Código Penal oscila entre 20 y 25 años.