Albania escuchó cómo suena Galicia. Dice el violinista Florian Vlashi que es una manera de homenajear a la tierra en la que reside desde hace 23 años. Vlashi dirige el festival Bienal Las Noches de la Música Clásica de la localidad albana de Durres y, este año, todo su programa se centró en la música española, así que en el repertorio se hicieron un hueco partituras gallegas, el Alalá de Muxía, Lule Borë, Pizzica y los Dúos para violines, 3, 4, 6 y 8, escritos por Paulino Pereiro, y la Sonatina para violín y violonchelo y el Divertimento para cuarteto de corda, de Juan Durán.

"Elegí estos dos autores porque fueron los que antes conocí cuando llegué aquí, porque respeto su música, porque son muy diferentes y porque dan una visión de la música que se hace aquí", explica Vlashi, que es violinista en la Orquesta Sinfónica de Galicia y también director del Grupo Instrumental siglo XX.

El festival tiene una estructura que se repite en cada edición. Son siete noches de música de diferentes épocas pero a las que une el mismo hilo conductor y, el de 2015 fue España. Así que, además de las melodías gallegas -algunas de ellas tocadas por primera vez en público en todo el mundo- sonaron en los escenarios de Durres, en el hospital, en la catedral de Santa Lucía y hasta en el museo arqueológico, piezas de Pablo Sarasate, de Albéniz, de Ravel y partituras compuestas teniendo como punto de referencia la historia de El Quijote o inspiradas en ciudades como Madrid o en instrumentos como la guitarra española.

Para Vlashi era "una obligación moral", como director artístico que es del festival de Durres, introducir música gallega, la de su nueva casa. Y es que, en el Grupo Instrumental Siglo XX, que participó en esta edición del festival, tocan también su pareja, la violonchelista Rediana Lukaçi y uno de sus hijos, Daniel Vlashi.

La presencia de Galicia en esta edición, en la que cada noche de música tiene sus particularidades, se vio aumentada por la presencia del compositor Paulino Pereiro, que participó en unas jornadas sobre "la nueva técnica violinística", celebradadas el pasado mes de agosto, y, el día antes, asistió al estreno absoluto de su obra Dúos para violines, 3, 4, 6 y 8.

La organización del festival contó con el apoyo del Ministerio de Cultura de Albania, del Ayuntamiento de Durres, de la embajada de España y de la embajada de Albania en Madrid.

Cuenta Florian Vlashi que los hilos invisibles que unen a España con Albania son más de los que se imaginaba. Un día, hace ya años descubrió mientras leía la prensa en un bar de A Coruña, que 1700 años atrás se había hundido un barco español en la bahía de Durres y que llevaba vinos y aceites seleccionados para "satisfacer los especiales gustos de los aristócratas de la época". Una relación que desconocía. Después, un pirata albanés se hizo con Cervantes y le tuvo preso en un barco "durante cinco años". En la historia de Albania y España hay barcos, y piratas y hasta príncipes y princesas y secretos, mucho secretos, porque, tal y como explica Vlashi, durante los años de la dictadura, los cuadros de Picasso, de Dalí o Miró había que verlos a escondidas, algo que los hacía "aún más deseables y mágicos".

"Durres es la ciudad albanesa donde más se ha tocado la música española y de donde más instrumentistas, compositores y artistas han actuado en España", sentencia Vlashi, que reivindica la conexión entre dos tierras que habitan ya dentro de él.