Son muchos los motivos que pueden llevar a una persona a pedir en la calle. La falta de dinero para comer, para comprar tabaco o para poder alojarse bajo un techo caliente suelen ser los más frecuentes, pero ayer un indigente de la ciudad optó por innovar su estrategia de marketing con una causa con la que quizás se sensibilicen más el común de los vecinos de la ciudad: "me llevó el coche la grúa". Así era cómo el hombre rogaba unos céntimos a los viandantes para sopresa de muchos. Esperemos que el "incidente" fuese ficticio porque, sumando céntimo a céntimo, es probable que tarde semanas en recuperar su coche.