Era una de las medidas que con más bombo había anunciado la Marea Atlántica tras su llegada al Gobierno y este lunes se convirtió en realidad. La voz de ocho vecinos de la ciudad se escuchó ayer por primera vez en una sesión ordinaria del Concello. La hora, eso sí, intempestiva. Los ciudadanos tuvieron que esperar hasta las 23.05 horas después de un pleno maratoniano que reflejó la división que vive actualmente la Corporación municipal.

Sonia Hermida fue la primera en estrenar su derecho a expresarse ante los ediles. Su nombre llegó a los medios el pasado verano, al abanderar como madre la lucha en contra de la exclusión de su hija, con discapacidad funcional, de un campamento de verano del centro Ágora por carecer los servicios municipales de personal especializado. Y precisamente sobre esta cuestión, y sobre los medios que debería poner el Gobierno para que no volviese a repetirse, interpeló al Ejecutivo.

La respuesta se la dio la edil de Igualdade e Diversidade, Rocío Fraga, que se comprometió a, a partir de 2016, coordinar todos los campamentos municipales para evitar este tipo de situaciones y para mejorar la conciliación de los padres con las actividades dirigidas a sus hijos.

También hubo espacio para el problema de la vivienda. Lo trajo a colación Marina Sangiao, que demandó al Gobierno medidas para favorecer el acceso de los más necesitados a un hogar y criticó la existencia de pisos vacíos en manos de los bancos o de vivienda social otorgada pero desocupada. El edil de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, lamentó que el parque de viviendas municipal es "más pequeño" de lo que le gustaría aunque se comprometió a incrementarlo y a negociar con los bancos la posibilidad de poner en alquiler algunos de los hogares vacíos con que cuentan.

No solo hubo preguntas, sino también críticas al Gobierno. Ignacio Louro mostró su preocupación por "ineficacia" de la Marea en el poder y cuestionó el cumplimiento de las 25 medidas que los de Ferreiro se comprometieron a poner en marcha los 100 primeros días de mandato. La edil de Facenda, Eugenia Vieito, le reprochó al final de su respuesta que hubiese formado parte de una candidatura del PP, algo que el alcalde, Xulio Ferreiro, le recriminó a su edil. "Aquí puede participar quien quiera, sin importar el partido del que sea".

Otro de los encargados de tomar la palabra fue el presidente de la asociación de comerciantes de Os Mallos, que pidió medidas para fomentar el pequeño comercio "teniendo en cuenta las necesidades de cada barrio". El edil de Emprego, Alberto Lema, se comprometió a contar con las entidades en todas las campañas y anunció medidas como la creación de una oficina del comercio, para asesorar a los pequeños empresarios, así como una oficina de gestión de locales comerciales.

Rubén Purelo, empleado de la concesionaria que gestiona las instalaciones deportivas de Sardiñeira, solicitó medidas para hacer pública la gestión de estos centros, algo a lo que el edil de Cultura, José Manuel Sande, se comprometió a estudiar y para lo que anticipó conversaciones con la Secretaría Xeral do Deporte de la Xunta.

Roberto Lameiro instó al Gobierno municipal a solucionar problemas de accesibilidad y eliminar barreras arquitectónicas en el Chuac, el Hospital Oncológico o el ambulatorio de Monelos. María del Carmen Cagiao llamó la atención sobre el problema de aparcamiento que viven los vecinos de Eirís cuando los padres de los estudiantes del colegio estacionan sus vehículos en las aceras, impidiendo el paso de peatones. Cerró este turno de estreno María Luisa Alonso, que pidió al Concello que exija más presencia de músicos gallegos en la Orquesta Sinfónica, algo que Sande se comprometió a "potenciar".