"Todos los que estamos aquí tenemos parte del corazón allá", explicaba ayer en el Ayuntamiento Nadia Hariri, presidenta de la asociación creada por la decena de sirios que viven en A Coruña, algunos desde hace incluso 50 años, por lo que se consideran "casi gallegos". El último en llegar fue precisamente su marido, quien vivió los horrores de la guerra que sufre su país antes de poder salir del mismo. Hariri manifestó que los sirios coruñeses están "muy agradecidos" por la respuesta europea a los refugiados, ya que desde hace cuatro años de guerra no habían visto "una luz en el camino" y ahora "parece que el mundo entero se está volcando", aunque advirtió de que quieren más "porque la situación es tan extrema que la guerra tiene que parar ya". La portavoz de los sirios destacó que hay contactos con los refugiados, ya el martes habló con un primo suyo mientras cruzaba el mar Egeo durante el llamado "paseo de la vergüenza" y sobre la actitud del gobierno húngaro declaró: "La sangre hierve porque eso no es humanidad, no podemos entender cómo pasan estas cosas". Para Nadia Hariri, la solución al conflicto "es muy fácil, que pare la guerra y que sean los propios sirios los que establezcan todo otra vez". En su opinión, las intromisiones de otros países "lo único que traen es más destrucción" y lo que necesita el pueblo sirio "es reunirse otra vez y construir de nuevo". "Yo creo que es posible, yo creo en el pueblo sirio", sentenció Hariri.