Pornografía infantil en el portátil del conserje del Liceo imputado

Los agentes encargados de la investigación, que se inició a finales del pasado mes de enero, comprobaron que en su ordenador personal había descargadas las instrucciones de instalación y uso de la cámara descubierta en las instalaciones. El exempleado del Liceo, sin embargo, sostuvo que consultó el uso del dispositivo porque realizó un pedido a Hong Kong de tres cámaras de ese tipo, al tiempo que matizó que ninguna de ellas es la que decomisó el 091. En cuanto al uso que pretendía darles, indicó que no quería grabar "nada en concreto", que las compraba para "uso personal", por ejemplo, para instalarlas en su bicicleta. El arrestado arguyó ante la magistrada que la cámara descubierta en los vestuarios femeninos estaba conectada a un ordenador de Conserjería, al que, según su testimonio, tenían acceso "los tres conserjes del colegio".

"Estoy totalmente sorprendido sobre todas las cosas. Desconozco absolutamente lo ocurrido con la minicámara", subrayó el detenido. Cuando fue preguntado sobre la explicación que le da a la aparición de contenidos pedófilos en su portátil, respondió que podría ser porque utiliza "programas de archivo y de descarga". La juez instructora también interrogó esta semana como testigos a los otros dos conserjes del Liceo y a la madre de una de las alumnas que, supuestamente, aparece en una grabación.

Los dos trabajadores coincidieron en que el sospechoso, que ya no trabaja en el centro, se cambiaba en un vestuario cercano al femenino, que también es utilizado por el personal de mantenimiento. Ambos sostuvieron que no percibieron "nada extraño" en el comportamiento de su compañero. La madre de la menor, tras visionar el vídeo que le exhibió la Policía Nacional, reconoció en una de las jóvenes unas mallas de colores que tiene su hija. La testigo manifestó que le pareció que era su hija, pero solo le vio las piernas y no sabe si hay más niñas que tengan esa prenda.

El conserje, tras prestar declaración ante la magistrada de Instrucción número 1 el pasado mes de marzo, fue puesto en libertad con cargos, imputado por un delito de descubrimiento y revelación de secretos; y por otro delito de tenencia de pornografía infantil. Además, la instructora le impuso la obligación de presentarse en los juzgados los días 1 y 15 de cada mes y la prohibición de acercarse a menos de 50 metros del Liceo. El abogado del acusado se opuso a la adopción de la orden de alejamiento del colegio. Así, alegó que le privaría "de su única fuente de ingresos" y solicitó que el arrestado pudiese "desarrollar su labor profesional en la recepción de la residencia exclusivamente o en cualquier otro lugar que por la dirección del centro garantizase la no proximidad del mismo con los vestuarios en cuestión".

La Policía Nacional informó a los responsables del Liceo de que el conserje había instalado dos cámaras más en otros dos puntos de la ciudad, pero no les comunicó su ubicación. La dirección del colegio señaló en el comunicado que envió a los padres de los estudiantes que "desde el primer instante" se tomaron "medidas que protegieron la intimidad de los alumnos, siempre con la colaboración de la administración educativa y de la policía", pues la investigación comenzó en enero y el sospechoso fue arrestado el pasado mes de marzo.