Hércules de Armamento cumple en dos semanas su primer año como adjudicataria de la fábrica de armas, condición que le comunicó oficialmente el Ministerio de Fomento en octubre de 2014. Para este primer ejercicio, el pliego de condiciones con las que ganó el concurso al grupo IFFE contenía una serie de promesas, que tienen que ser analizadas por la administración competente para comprobar si la empresa, con cambios societarios en los últimos tiempos, cumple sus ofertas. El antiguo comité de empresa duda de que sea así. Ayer exoperarios se volvieron a manifestar ante la Delegación del Gobierno para exigir lo prometido.

Según una rueda de prensa que ofreció Hércules de Armamento en el Club Financiero el 7 de octubre de 2014, sus estimaciones de facturación del primer año giran en torno a los 12 y 20 millones de euros, ya que sus responsables aseguraban que tenían entre ocho preacuerdos cerrados. La firma, que debe abonar a Defensa un canon anual de 250.000 euros, se comprometía a contratar a 155 empleados en el plazo de un año. La concesión se otorgó por un plazo de 15 años prorrogables hasta 75.

El pliego establece una comisión de seguimiento de la que los exoperarios dicen no saber nada. Tampoco del delegado del Gobierno, que se comprometió a solicitar una serie de averiguaciones a la Axencia Tributaria y cuyo resultado todavía no ha sido comunicado, según explica el exportavoz de la plantilla, Roberto Teixido, tampoco por Administraciones que podrían tener acceso a él, como la Xunta. "Parece ser que hubo una comisión en mayo que no se hizo pública", comenta.

Ha pasado más de un año desde que, un 16 de septiembre, se abriesen los sobres y se conociesen las puntuaciones. Por el momento, insisten, han incumplido la promesa de tener un capital social de cuatro millones de euros a 31 de diciembre de 2014. Son solamente 610.000 euros, explica Teixido, que dice no explicarse por que el delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, aún no se puso en contacto con ellos para ofrecerles la información prometida.