Víctimas de la represión franquista han pedido este jueves en A Coruña a las instituciones y a la sociedad en general que "no se olviden" sus casos y el de otros ciudadanos.

Una charla celebrada esta tarde en la Casa-Museo Emilia Pardo Bazán ha contado con la participación de Antonia Fraguela y Celsa Díaz Cabanela, denunciantes en la querella argentina contra los crímenes del franquismo, que han intervenido junto a Carmen García-Rodeja, voluntaria de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

En el primer caso, Antonia Fraguela se sumó a la querella para denunciar la situación vivida por su padre, César Fraguela, encarcelado en repetidas ocasiones por el régimen franquista, según ha expuesto a Europa Press su hija.

Con la querella y con la exposición de su caso, Antonia asegura que lo que busca es "un poco de compensación" y de "justicia". "Para que esto no se vuelva a repetir y que lo paguen quienes lo hicieron", ha sentenciado, tras recordar que a su padre, que llegó a huir, aunque sin éxito, lo detuvieron alegando "desafecto al movimiento nacional".

Prisión a los 15 años

También en prisión, con 15 años y luego con 16, estuvo Celsa. Su primera detención fue en el año 1972, acusada de alterar el orden público. "Una vez fue un mes y otra dos meses", ha señalado sobre una estancia en la cárcel de la que afirma que le cambió la vida.

"Me expedientaron académicamente y no pude estudiar hasta que llegó la Aministía", indica Celsa que recuerda que estos hechos se produjeron cuando era militante de las Juventudes Comunistas.

Con su querella, asegura que intenta que "no se olvide lo que nos hicieron", apostilla. Sobre la situación de las víctimas del franquismo, Carmen García-Rodeja ha lamentado "el silencio" que hay sobre estos casos. Por eso, ha considerado "importante" que historias como los de Celsa o el padre de Antonia "salgan a la luz".

Por otra parte, ha remarcado la labor de la Asociación en la que colabora como voluntaria para la exhumación de cadáveres de víctimas de la dictadura.

"En Galicia hubo 5.000 muertos y ahora hay que ver cuáles están identificados y cuáles no", ha añadido en alusión, entre otras cuestiones, al trabajo que realiza la Asociación en este ámbito.