El comité de empresa de la antigua fábrica de armas organizó ayer una concentración ante la Delegación del Gobierno para defender sus puestos de trabajo y para luchar por el futuro industrial de la ciudad. Estos antiguos trabajadores de la factoría se opusieron desde el primer momento a que Defensa le adjudicase las instalaciones a Hércules de Armamento, alegando poca solvencia económica. Defensa, sin embargo, aseguró que cumplía las condiciones y cerró con ella el contrato. Hércules de Armamento anunció hace unos días que contratraría a 109 trabajadores antes del día 10.