Está claro que hay alimentos más estimulantes que otros y cada comensal tiene su lista. A unos el azúcar les pone las pilas, a otros la canela les da regustillo vital. ¿Y el marisco? Siempre se ha hablado de sus efectos afrodisíacos, algo científicamente sin demostrar. En todo caso, y para los que estén tristes, un bar de la zona de la Galera ofrece percebes como reclamo. Y es que, para ellos, son "un antidepresivo natural".