Los vecinos de Adormideras, As Atochas y Monte Alto no se fían de las promesas de los políticos y exigen a todos los grupos que "de forma oficial" manifiesten su rechazo a edificar en el Agra de San Amaro. El presidente de la asociación de residentes en la zona, Alberte Fernández, exigió ayer desde el escaño ciudadano que en el próximo pleno "se den las claves para que la parcela sea de uso público". El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, garantizó que la "intención" del Gobierno local es "proteger" el Agra de San Amaro y mantener la zona verde. "Estamos a la espera de la resolución de los recursos al Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM)", explicó el edil, que también se comprometió a elaborar un plan para mejorar Adormideras.

El presidente de la asociación vecinal denunció que en 2012 el PP trasladaba la edificabilidad de San Amaro a la cantera de Adormideras, donde proyectó construir 333 viviendas. El Gobierno dirigido por Carlos Negreira, sin embargo, dio marcha atrás y anunció en la recta final de la campaña electoral, el pasado mes de mayo, que no se edificaría en la cantera y que se diseñaría "un gran parque" para el Agra de San Amaro. Además de Fernández, en la sesión plenaria intervinieron otros tres vecinos.

María José Mosteiro se quejó de que las calles están "más sucias" y que el mobiliario urbano roto no es sustituido. La coruñesa reclamó al Concello que mantenga el Plan Rua puesto en marcha por el PP, ante lo que la concejal de Medio Ambiente, María García, respondió que hay servicios que se siguen llevando a cabo porque funcionan "bien". García subrayó que debe haber coordinación entre las concejalías y solicitó la colaboración ciudadana para mantener la ciudad limpia.

Una de las mujeres que atendió la Concejalía de Servicios Sociales, Alla Zhurayeva, expuso en el pleno sus problemas para llegar a fin de mes debido a que no cobró la Renta de Integración Social de Galicia (Risga). "Este viernes estuve con un pie en la calle, pero mi hijo y yo no nos vamos a quedar en la calle", aseveró. Zhurayeva criticó que la ayuda de 180 euros que le dio la Xunta para comprar libros de texto solo le llegó para adquirir cinco ejemplares. "Mi hijo está en tercero de la ESO y está sin libros", lamentó. La mujer reprochó al Concello que no pueda acceder a ayudas municipales por tener deudas con la administración. La concejal de Xustiza Social y Coidados, Silvia Cameán, agradeció a Zhurayeva haber asistido a la sesión y aseguró que el Concello pondrá las viviendas municipales a disposición de las familias necesitadas. Así, destacó que está rehabilitando pisos.

El último vecino en intervenir fue José Pastoriza, quien exigió más presencia policial en las calles. El alcalde, Xulio Ferreiro, le contestó que los agentes del 092 siguen "donde estaban", al tiempo que aseveró que en cuestiones relativas a seguridad el Gobierno municipal ha hecho "muy pocos cambios" porque es "un área muy sensible".