Una semana antes de la aprobación inicial del plan general, el Gobierno local de PSOE y BNG incorporó al documento un convenio suscrito con los propietarios del suelo en As Rañas, entre otros los empresarios José Collazo, Ángel Jove y Manuel Soto, para construir la Ciudad de la Tecnología. La iniciativa transformaba la calificación de un millón de metros cuadrados, en los que se preveía crear una gran zona verde y dedicar 95.000 metros cuadrados a viviendas, de forma que se dedicarían medio millón de metros cuadrados a un parque industrial que se situaría a corta distancia de los de A Grela y Vío.

El acuerdo establecía que los promotores se comprometían a terminar el proyecto antes de que terminase el año 2016, en el que además terminaría la concesión para explotar las dos canteras de piedra existentes en el lugar. A poco más de un año para que concluya el plazo para la apertura del polígono, las obras no solo no han empezado, sino que la sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia hará imposible que lo hagan en los próximos meses mientras no se cambie el plan general para variar la vía de acceso a As Rañas.

La puesta en marcha de este proceso suscitó la polémica cuando se dio a conocer, ya que el Gobierno local solo informó de la existencia del convenio cuando ya había sido incluido en el plan general. Lo que en la memoria de la nueva norma urbanística aparecía como el "pulmón verde" de la ciudad gracias a su calificación como suelo rural y forestal, pasó a multiplicar por cinco la edificabilidad permitida, que pasó de 97.240 metros cuadrados a 535.803. Ese cambio hizo que los propietarios de los terrenos obtuviesen una revalorización estimada en 200 millones de euros que podría irse al traste si el proyecto finalmente no se ejecuta.