El precio del billete del bus urbano se aborda con cautela cada año, por eso el Gobierno local y la Compañía de Tranvías cuidan el uso del lenguaje al negociar las tarifas del próximo ejercicio, que generalmente suben unos céntimos con respecto al año anterior. El edil de Mobilidade Sostible, Daniel Díaz, respondió en el pleno del lunes al grupo del BNG que el Ejecutivo de Marea tiene "la previsión de no incrementar la tarifa del bus en 2016". Utilizó el término "previsión" porque nada garantiza hasta el momento que el precio vaya a ser el mismo que en 2015. Por ahora el Concello conversa con Tranvías, concesionaria que no se pronuncia sobre sus intenciones o previsiones y que aún no ha presentado al Gobierno local su propuesta tarifaria para el próximo año.

El presidente de la empresa, José Prada, aclaró hace un año que el precio del bus en 2015 iba a ser el mismo que en 2014: es decir, 1,30 euros el billete sencillo; 85 céntimos el de los usuarios de la tarjeta Millennium; 33 céntimos el de desempleados, jubilados, discapacitados y escolares; y 30 céntimos el de los universitarios. Esa congelación se debía a que los trabajadores de Tranvías habían renunciado al incremento de su sueldo para este año, explicó. Pero matizó a continuación que en 2016 volvería a subir "como todos los años" porque el aumento salarial pactado por la plantilla desde 2011 sí repercutiría en la fórmula polinómica que determina la fijación de las tarifas.

A menos de tres meses para que termine el año -el plazo para fijar los precios concluye el 31 de diciembre-, la concesionaria se guarda sus propósitos sobre la tarifa del bus una vez conocida la intención del Concello de mantener las tarifas. "Desde la Compañía de Tranvías se respeta cualquier valoración respecto a esta cuestión. No obstante, hay que indicar que todavía se tienen que analizar los factores que influyen en el cálculo tarifario como el IPC o el IPC del combustible para confirmar oficialmente cualquier resultado al respecto", manifiestan fuentes de la empresa.

El concejal de Mobilidade Sostible añadió el lunes que el Gobierno local está revisando la aplicación de la fórmula polinómica por la que se establecen los precios del bus, en la que intervienen como factores los salarios, el gasóleo, el precio franco de fábrica de los vehículos, el IPC y beneficio de la empresa, que en 2014 fue de 4,4 millones de euros, uno más que el ejercicio anterior. Estas variables serán las que se analicen en la negociación entre Tranvías y el Concello, de manera que aunque alguna pueda determinar que el precio del billete aumente el próximo año otra en cambio motive el descenso o el mantenimiento.

Fuentes del comité de empresa de Tranvías aclaran que las negociaciones aún sin resolver que tienen con la compañía por el convenio colectivo no repercutirán en el establecimiento de los precios de los billetes el próximo año.

El Ayuntamiento prevé también realizar una "reordenación tarifaria para reducir el coste a determinados colectivos", apunta Díaz, aspecto que forma parte de la negociación. Ha comenzado además la fiscalización de la compañía, como recogía en el programa con el que concurrió a las elecciones municipales de mayo, y le ha enviado la petición de documentación económica relativa a la concesión.

El tarifa del bus urbano suele incrementarse unos pocos céntimos con el cambio de ejercicio. Para 2015, un año electoral, se congeló, aunque por la renuncia de la plantilla al aumento salarial.