El Concello descarta que se hayan producido envenenamientos en el parque de Santa Margarita y O Ventorrillo, a finales de agosto. La concejal de Medio Ambiente, María García, ha contestado a una de las preguntas escritas presentadas por el PSOE, diciendo que se había hecho una investigación sobre dos denuncias recibidas por intoxicación de perros en Santa Margarita y que habían concluido que las sustancias sospechosas no tenían carga contaminante para provocar la indisposición de los animales.

"Se encontraron trazas de compuestos utilizados como herbicidas pero en concentraciones tales que hacen inviable una intoxicación hasta accidental por estos compuestos", según recoge la respuesta escrita de la edil, que cita un informe de Inspección Ambiental. Sobre casos de envenenamiento en O Ventorrillo, la concejal asegura que ni la Patrulla Verde de la Policía Local ni Inspección Ambiental recogieron denuncias sobre estos casos. En Santa Margarita se formalizaron dos denuncias sobre presuntos envenenamientos que los agentes no pudieron probar, ni con el análisis de sustancias sospechosas ni tras la visita a las clínicas veterinarias en las que atendieron a los animales. "No se pudo confirmar que fuese envenenamiento", dice el informe de la concejal.

La asociación animalista Libera se reunió con el Gobierno local para hablar sobre este tema en el que apuntó a que estos incidentes no son obra de una persona que se dedique a envenenar a las mascotas de los demás, sino que se puede dar accidentalmente, por el uso de productos contaminantes, como matarratas. El presidente de la entidad, Rubén Pérez, asegura que miembros de Libera fueron al parque de Santa Margarita en varias ocasiones y que no habían "visto nada".

A pesar de ello, la asociación ofrece asesoramiento jurídico a las posibles víctimas de estos envenenamientos y anima "a denunciar" a los perjudicados, para que haya constancia de los casos.

Pérez apunta también a que existen problemas de convivencia entre las personas que pasean por el parque de Santa Margarita y los que acuden allí con sus canes. Advierte a las comunidades de vecinos de que no echen "flor de azufre" en sus edificios, esos polvos amarillos para evitar que los perros orinen, y a los dueños de las mascotas de que no vayan a estas zonas con sus perros.