Una madre y su pareja se sentaron ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña acusados de someter al hijo de la mujer, de seis años, a "una situación de terror y maltrato físico constante" durante al menos cuatro meses en el piso en el que residían. La vista se celebró a puerta cerrada para proteger a la víctima. Fuentes judiciales informaron de que ambos procesados, que estuvieron asistidos por diferentes abogados, se declararon inocentes.

La mujer insistió en que desconocía que su hijo era maltratado. Su versión contradice la que mantiene la Fiscalía en su escrito de calificación, en el que relata que los imputados insultaban a diario al pequeño, le gritaban constantemente y se dirigían a él con expresiones como "cerdo, asqueroso o burro". El procesado, según el fiscal, llegó a escupirle en la cara.

El niño recibía "fuertes bofetadas" y, en alguna ocasión, su madre le bajó los pantalones para azotarle con un cinturón, según la Fiscalía, que describe en su informe cómo el imputado, con frecuencia, "le tiraba con violencia del pene" y le quemaba los genitales con un mechero. "Todo ello, con pleno conocimiento de la otra acusada, que para paliar las heridas le administraba Betadine", relata.

El Ministerio público informó ayer tras concluir los interrogatorios de los testigos de que modificará las penas que solicita en su escrito de calificación, pero no reveló si reclamará más o menos condena para los procesados. Hasta la vista, la Fiscalía exigía que la madre de la víctima fuese sentenciada a la inhabilitación para ejercer la patria potestad, a ocho años y medio de cárcel, a la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de su hijo y comunicarse con él durante 20 años y a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante cinco años. Para el sospechoso, el Ministerio público demandaba ocho años de prisión, 16 años de alejamiento del menor y cinco años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas. Además, solicitaba que ambos procesados indemnizasen al pequeño con 15.000 euros por los daños psicológicos que le causaron.

El clima de terror en el que vivía el niño, según la acusación, se exacerbaba las noches en que el procesado se quedaba a solas con él en la vivienda de A Coruña. Las presuntas agresiones fueron descubiertas el 28 de octubre de 2011 por una profesora del colegio en el que estudiaba la víctima. El día anterior, el compañero sentimental de su madre le había causado numerosas lesiones en los genitales, entre ellas, quemaduras. La maestra percibió que el pequeño "caminaba muy mal" y, tras explorarlo, lo trasladó de inmediato a urgencias del Materno Infantil. El niño permaneció hospitalizado once días.