El Ayuntamiento se opone a la orden de la Xunta de que clausure antes de un año el depósito de residuos de la planta de basuras de Nostián, que permanece sin sellar siete años después de haber llegado al máximo de su capacidad. El Gobierno local ha interpuesto un recurso de alzada contra la decisión de la Consellería de Medio Ambiente con el objetivo de que el departamento autonómico cargue "la obligación legal de ejecutar las obras del sellado" a la empresa concesionaria de la planta, Albada.

El plazo de un año dado por la Xunta comenzó a contar a principios del pasado mes de julio, cuando dictó la orden al Ayuntamiento dentro de la autorización ambiental integrada otorgada a la planta. Pero en agosto, el Ayuntamiento replicó con el recurso ante la Consellería. El Gobierno local apela a que las normativas europea, española y gallega determinan "claramente" que la "obligación del sellado corresponde al explotador", la empresa Albada, y el "mantenimiento postclausura, una vez sellado, al Ayuntamiento".

El vertedero de Nostián, distribuido en tres vasos, contiene los residuos que no pueden ser recuperados, denominados técnicamente rechazos. El primer depósito, ya sellado, se llenó en 2001, un año después de comenzar a recibir desperdicios. A él se habían trasladado 183.500 metros cúbicos de rechazos. Los otros dos vasos, pendientes todavía de clausura, suman una capacidad conjunta de un millón de metros cúbicos de basura. Desde hace siete años, cuando la planta se quedó sin capacidad para más rechazos, Albada traslada estos desperdicios a los depósitos de otro gestor de residuos.

La clausura de estos vasos cuenta con autorización autonómica desde 2010, cuando Medio Ambiente dio el visto bueno al proyecto presentado por la empresa. Desde entonces, el Ayuntamiento se ha limitado a incluir consignaciones en su presupuesto para ejecutar la obra sin llegar a realizar el desembolso, que estima en unos 3,5 millones de euros. El Gobierno local de PSOE y BNG incorporó la obra a sus últimas cuentas, las de 2011. Con la llegada del PP a la Alcaldía, el proyecto desapareció del presupuesto municipal en 2012 y no reapareció hasta 2014. Ni en 2014 ni en 2015 el Ejecutivo de Carlos Negreira avanzó en el sellado. Dejó la intervención como legado al Gobierno local de Marea Atlántica, que pretende que la Xunta modifique la orden y responsabilice a la empresa concesionaria de "la obligación legal de ejecutar las obras de sellado".

En su recurso de alzada, el Gobierno local asegura que sus predecesores incluyeron el sellado en el presupuesto "con el fin de paliar el posible desequilibrio económico" de la empresa "y abonar al explotador el coste de tales obras, pero no para ejecutarlas de forma directa".

El Ayuntamiento expone a la Xunta que el pago directo de la obra supone una de las opciones para "paliar el desequilibrio económico" de Albada. Otra puede ser que la financiación provenga de otras administraciones. Y una tercera, que "se está estudiando por el actual Gobierno municipal", pasa por aumentar el canon que abona el Ayuntamiento a Albada por el tratamiento de la basura.

El recurso de alzada municipal cuestiona el procedimiento seguido por la Consellería de Medio Ambiente para concluir que debe ser el Ayuntamiento el que ejecute el sellado del depósito de rechazos. La Administración municipal expone que "no se entiende" que la Xunta atendiera esa solicitud de la empresa concesionaria de Nostián sin dar opción al Ayuntamiento a presentar alegaciones. "No se entiende -prosigue en su recurso- que en un procedimiento solicitado por una empresa [autorización ambiental integrada] se imponga una obligación a una Administración pública en clara vulneración de las obligaciones que la propia normativa autonómica impone al explotador del vertedero".