Un indigente fue condenado por intentar agredir a dos agentes y arrojarles una botella de cristal, según consta en la sentencia emitida por el magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña. El sospechoso fue sentenciado a seis meses de prisión, pero no ingresará en la cárcel porque el castigo es inferior a dos años. Los hechos, según reconoció el propio imputado, sucedieron el 5 de marzo de 2013 sobre las 17.30 horas en un portal de la calle Durán Loriga. El condenado, que estaba acompañado por otro indigente, obstaculizaba el paso a un edificio, por lo que fue requerida la presencia policial.

"Tan pronto como el acusado observa que los agentes se dirigen hacia él, con ánimo de denigrar el principio de autoridad que aquellos representan, procedió a arrojar hacia sus pies una botella de cristal que portaba en sus manos", relata el titular de Penal 2 en el fallo.

Uno de los funcionarios se percató de que el procesado tenía otra botella cerca, por lo que procedió a retirarla para evitar que la volviese a tirar. En ese momento, el sospechoso, se dirigió al él con las manos levantadas y le espetó: "Te voy a meter".

El compañero del policía intervino en la trifulca, ante lo que el imputado reaccionó cogiéndolo por la camisa a la altura del pecho para tratar de golpearlo con el puño y con la cabeza, al tiempo que lo amenazaba de muerte. "Los funcionarios actuantes intentaron que el acusado se tranquilizase, si bien acrecía en su agresividad y les intentaba propinar patadas, por lo que tuvieron que reducirlo utilizando la mínima fuerza imprescindible", informa el juez en la sentencia, en la que subraya que "el comportamiento agresivo" del condenado continuó en el vehículo policial. De hecho, reconoció haber golpeado la puerta trasera.

Los miembros de la Policía Local sufrieron arañazos superficiales, por lo que no requirieron asistencia médica y no reclamaron ser indemnizados. La Fiscalía solicitaba en su escrito de calificación que el acusado fuese condenado a más pena, pero antes del juicio llegó a un acuerdo con la defensa del sospechoso, por lo que la vista oral no se celebró. El procesado, por tanto, se declaró culpable de un delito de atentado contra la autoridad y aceptó que el juez le impusiese seis meses de cárcel. Contra la sentencia no cabe recurso, ya que fue dictada con la conformidad de todas las partes implicadas en el proceso judicial.