Los profesionales de la intermediación inmobiliaria celebran hoy la festividad de su patrona. El presidente del Colegio de Agentes de la propiedad Inmobiliaria de A Coruña, Herminio Carballido, destaca los efectos que ha tenido la crisis en esta actividad y que la recuperación va por ahora de la mano del alquiler y de la rehabilitación.

-¿Cómo se ha sentido la crisis en su profesión?

-Le afectó mucho. Cuando la crisis fue más profunda no se vendía absolutamente nada porque había un terror terrible a lo que se avecinaba y porque no había ninguna opción al crédito.

-¿Hubo muchos cierres de agencias?

-Curiosamente, en nuestro colectivo nadie se dio de baja, aunque parezca imposible. El trabajo se refugió prácticamente en el alquiler de vivienda, ya que la demanda se estuvo manteniendo.

-¿Nota que en su sector se produzca la recuperación que se aprecia en el consumo?

-Hemos notado que la venta se está empezando a mover, aunque no a gran escala, sobre todo en viviendas que no superen los 150.000 euros. Y lo curioso es que el comprador no es habitacional, sino inversor porque los rendimientos de capital son casi inexistentes, mientras que con una vivienda de alquiler se puede obtener el 5% o el 6% de la inversión realizada.

-Pero con esos precios, las viviendas tienen que ser pequeñas o situadas en los barrios.

-Están en las periferias, pero también se están vendiendo las rehabilitadas, con precios de hasta 300.000 euros en San Andrés. No es que haya muchas rehabilitaciones, pero en las que se hacen en las buenas zonas los precios son altos, y lo más curioso es que se venden. Conozco un edificio de siete viviendas que se reformó en la Ciudad Vieja y con lo que el promotor ganó al vender dos viviendas ya obtuvo para costear toda la obra, ya que estamos hablando de precios de 3.500 a 4.000 euros el metro cuadrado.

-¿Se venden en esta época mejor los pisos de lujo que los baratos?

-Yo creo que eso fue siempre, pero en este momento hay más compradores para buenos pisos en el centro que para otros en los barrios. En toda la zona de Monte Alto los pisos se estaban vendiendo de forma fenomenal antes de la crisis y ahora hay obras paralizadas por todos los lados y pisos de oferta. Pero cuando hablo con empresas que están haciendo rehabilitaciones en el centro, están encantadas. No les importa pagar más por los edificios para reformarlos porque saben que los van a vender.

-¿Puede ser entonces la rehabilitación una de las vías de salida de esta crisis?

-Puede ser el camino que reconduzca un poco la venta de viviendas y que el mercado empiece a funcionar, que es importante porque alrededor de él giran un montón de actividades. Lo fundamental para que haya mercado de vivienda es que haya actividad laboral, porque si no tienes empleo no puedes acceder a la compra, ya que ni te dan el préstamo ni puedes pagarlo. Y en la actualidad el mercado hipotecario ya es más accesible y algún banco está dando más del 70% del coste de la vivienda.

-Lo que parece claro es que la vivienda nueva no despega.

-No, y además las edificaciones que se van a hacer serán solo de cuatro a ocho viviendas. Las que se hacían antes de más de 70 hay que olvidarse de ellas y solo serán promovidas por cooperativas como las del parque ofimático. Pero para la venta al público no hay opciones ni clientela. Y además la demanda de la vivienda de alquiler se mantiene y los precios no han bajado.

-¿En qué zonas de la ciudad hay más demanda de pisos de alquiler?

-En general en todos los barrios, aunque se demanda más la vivienda amueblada, ya que un 80% de los inquilinos la solicitan así. Los estudiantes piden más en Matogrande y Cuatro Caminos por la proximidad al campus, pero la demanda en realidad es para cualquier barrio, ya que los clientes van a ver todos los pisos que les ofertamos.

-¿Se nota en su actividad la presencia en la ciudad de universitarios foráneos?

-Sí, y tanto es así que muchos propietarios reservan a sus inquilinos en junio el piso hasta septiembre para no perderlos, porque no hay muchas quejas sobre este tipo de clientes. Y aunque la Diputación y la Universidad acordaron abrir una residencia para estudiantes en el colegio Calvo Sotelo, van a ser solo 150 plazas, por lo que la demanda de estos pisos va a continuar en la ciudad.

-¿En qué situación se encuentra el alquiler de locales comerciales?

-La zona de la plaza de Lugo hay que extrapolarla de todo lo demás, porque las tiendas del grupo Inditex son un imán para todas las demás y se paga el metro cuadrado de alquiler hasta a 40 euros, que es mucho dinero, pero aún así todos los locales están alquilados. En San Andrés quedan algunos vacíos y en la calle Real está prácticamente todo alquilado. Pero el comercio es más heterogéneo, ya que no todo es ropa y calzado como antes. Eso da más oportunidades, porque además ahora hay seguros para garantizar el cobro de la renta y avalistas.

-¿El resto de zonas de la ciudad está en peor situación?

-Hay locales ocupados, pero también muchos vacíos y desde hace tiempo. Es un problema complejo, porque en las zonas donde no haya mucha actividad va a ser difícil alquilar.