La inclusión en la Lei de Acompañamento dos Orzamentos el cambio de la Lei de Vivenda para devolver a los ayuntamientos la capacidad de expropiar suelo para instalar ascensores satisface las aspiraciones de muchos ciudadanos. María Daviña, abogada especializada en estos trámites, destaca la trascendencia de esta medida.

-¿Qué opinión le merece el cambio impulsado por la Xunta?

-En principio hay una buena intención, pero habrá que ver qué pasa en la tramitación. Se había solicitado por parte de todo el mundo porque cuando se suspendieron las expropiaciones se paralizaron un montón de expedientes que aún siguen en ese estado.

-¿No se produjo ningún avance desde entonces en esos casos?

-Todas las solicitudes de expropiaciones que entraron después de que cambiase la ley estatal en 2013 quedaron paralizadas porque el Ayuntamiento dijo que no tenía respaldo legal. Se recurrió, pero volvieron a denegarlas y solo quedó la opción de ir al juzgado contra el Ayuntamiento. De las que gestionaba yo, ninguna comunidad de propietarios decidió hacerlo porque era una pérdida de dinero. Hay comunidades que decidieron esperar al cambio legal y otras llevaron las expropiaciones a los juzgados, pero aún están esperando sentencia porque un año y pico no te lo quita nadie. Otras comunidades fueron a los juzgados porque habían solicitado una subvención condicionada a la expropiación y el Ayuntamiento les requirió que justificasen haber reclamado judicialmente la ocupación del suelo, lo que también le exigió el departamento de Licencias para no anularlas.

-¿Cree que muchas comunidades se han echado atrás para instalar ascensores?

-Creo que no porque la gente sabía que la ley iba a cambiarse por la petición que habían hecho los partidos políticos. Cuando me enteré de que la Xunta iba a hacer este cambio fui al Ayuntamiento y pregunté si van a levantar las suspensiones de las expropiaciones y si va a haber presupuesto para subvenciones, así como si habrá que presentar nueva documentación, pero la contestación fue: 'Hasta que venga aprobada e incluso publicada esa modificación no vamos a hacer nada'. Tiene su lógica, ya que están a la espera de que eso salga adelante y entre en vigor a principios de año.

-¿Habrá problemas con las expropiaciones suspendidas?

-Entiendo que no debería haberlos, ya que lo que tendrían que hacer es reactivarlas en el punto en que las dejaron.

-¿Ha causado muchos trastornos la paralización de los proyectos de instalación de ascensores?

-Sí, porque las comunidades que quieren ponerlos tienen en su mayoría vecinos mayores o imposibilitados para los que subir cuatro o cinco pisos supone un esfuerzo inmenso. Y tienen además el propietario del bajo que se niega, aunque algunos ya no se oponen, sino que piden auténticas barbaridades.

-¿Intentan hacer negocio a costa de la necesidad?

-No, pero no quieren ceder el suelo y buscan todas las opciones posibles para demorarlo o salir lo más compensados económicamente posible.

-¿Acaba la expropiación con este problema?

-Sí, porque la propiedad es tasada por un perito contratado por la comunidad y luego recibe el visto bueno del Ayuntamiento.

-¿Hay realmente un perjuicio para el dueño del bajo?

-En muchos casos son problemas entre propietarios enquistados desde hace tiempo. Realmente la ocupación de espacio es mínima y solo puede perjudicar porque afecte a un baño o impida trabajar un par de días. Las ocupaciones son las justas y no causan grandes trastornos, sino que son cosas solventables e indemnizables que no justifican una negativa.