Las obras de demolición parcial del edificio Conde de Fenosa, cuyo proyecto acaba de ser presentado por el Ayuntamiento para cumplir las sentencias judiciales que ordenan su legalización, tendrán una importante repercusión sobre los habitantes del inmueble, ya que afectarán a más de la mitad de las viviendas. Los datos que figuran en el estudio señalan que de los 89 domicilios será necesario intervenir en 47, aunque con diferentes niveles, puesto que en los pisos superiores habrá que derribar los torreones, mientras que en otros habrá que retirar aleros y cornisas.

En otras viviendas el proyecto plantea la sustitución de los ventanales que sobresalen de la fachada por galerías, mientras que en otro grupo de pisos tan solo habrá que realizar pequeñas adaptaciones para que cumplan las exigencias del Código Técnico de la Edificación. La realización de estos trabajos tendrá un coste total de 2,1 millones de euros, a pesar de que el Ayuntamiento informó de que sería de 1,5 millones, porque a esta cantidad hay que sumarle el beneficio industrial que obtendrá la empresa constructora y el IVA. El Ayuntamiento ejecutará la obra de forma subsidiaria y ha asegurado que exigirá el pago de la factura a los culpables de la irregularidad urbanística. La licencia urbanística del edificio, anulada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y el Tribunal Supremo, fue concedida en 1997 por el Gobierno local de Francisco Vázquez.

El plazo necesario para la ejecución de las obras será de once meses, aunque el Gobierno local lo situó en 24 meses al sumar el tiempo estimado para que el Tribunal Superior analice si el proyecto se ajusta a su sentencia y el necesario para la licitación de los trabajos.

Una de las preocupaciones del autor del proyecto de demolición parcial, el arquitecto Carlos Trabazo Molíns, fue causar las menores molestias posibles a los habitantes del inmueble, por lo que se estableció un periodo máximo de tres meses para las obras en cada vivienda, aunque en muchas de ellas será inferior. En cualquier caso, durante ese tiempo los vecinos deberán abandonar sus domicilios, sin que hasta ahora el Ayuntamiento haya aclarado si habrá algún tipo de compensación u alojamiento alternativo para estas personas.

Para Carlos Trabazo, con el proyecto que realizó se resuelven todos los problemas que el edificio Conde de Fenosa plantea para el cumplimiento de la legalidad urbanística, ya que el de la carencia del número de plazas de garaje para todas las viviendas ha quedado resuelto con la nueva normativa sobre esta cuestión.