La empresa concesionaria de la fábrica de armas, Hércules de Armamento, incorporó ayer a un total de 90 trabajadores con contratos de cuatro horas, según aseguraron a este diario varios de los nuevos miembros de la plantilla a su salida de la visita que realizaron por las instalaciones. La entrada de estos nuevos operarios se materializó en el último día de plazo con que contaba Hércules para cumplir su compromiso de contratar, un año después de recibir la concesión, a al menos 155 trabajadores. Pese a intentar este diario contactar con la compañía en numerosas ocasiones y por varias vías, no fue posible comunicar con ella en todo el día.

Un total de 35 de los nuevos empleados formaba parte de la antigua plantilla que trabajaba a las órdenes de General Dynamics, la multinacional que en 2013 anunció un ERE de extinción y el cierre final de la factoría. Uno de ellos es el antiguo representante de la CIG en el comité de empresa, Xabier Riobóo, que se ha incorporado con un contrato de jornada parcial como el resto de la nueva hornada de empleados. "Lo mejor sería que estuviésemos todos con ocho horas de trabajo pero a medida que se vaya incrementando la carga, algo a lo que ya se ha referido la dirección de la empresa, se irán convirtiendo en contratos de jornada completa", aseguró en declaraciones a este diario.

Los empleados están entrando actualmente en dos turnos: el primero, de 07.00 a 11.00 horas y el segundo, de 11.00 a 15.00 horas. Algunos de los nuevos trabajadores denunciaron tras la visita de ayer que Hércules no les ha ofrecido un contrato indefinido sino un contrato de formación de seis meses y sin compromiso de permanencia tras su finalización, versión que este diario ha intentado contrastar, sin éxito, con la compañía. Otros aseguraban que se les había ofrecido un contrato de peón, con carácter indefinido y cuyo salario se rige por el convenio provincial del metal.

Algunos de los nuevos empleados también desconocen cual será su función a partir de hoy. Uno de ellos aseguraba no haber trabajado en los últimos 18 años, contando anteriormente con 24 años de experiencia en la hostelería. Fuentes de la actual plantilla también denunciaron retrasos "de hasta dos meses" en el pago de nóminas de algunos de los empleados incorporados hace ya meses.

La compañía recibió la notificación de Defensa de que se convertiría en la nueva adjudicataria de la planta a inicios de octubre de 2014. Fuentes de la empresa habían manifestado en las últimas semanas que la producción ya había comenzado y que incluso se había registrado en la Oficina de Patentes y Marcas un diseño de una pistola modular que ya estaría lista para ser comercializada.

En la presentación pública del proyecto que realizaron en octubre de 2014, la compañía preveía que la producción de armamento ligero proporcionase el 44,58% de las ventas en 2015, aunque también contarían con un peso relevante las fabricaciones para el sector aeronáutico y componentes de la industria civil.

Fuentes de Hércules también habían anunciado novedades en cuanto a la entrada de nuevos socios en el accionariado, aunque ningún movimiento ha sido publicado hasta el momento en el en el Boletín Oficial del Registro Mercantil. Los socios capitalistas del proyecto, sin embargo, no son hoy los mismos que hace un año. Aunque la empresa contaba inicialmente con Ramón Mejuto y Juan José Gómez como propietarios, este último abandonó el accionariado de la firma después de una operación acordeón -una maniobra financiera realizada para sanear las cuentas y que consiste en reducir el capital social a cero y simultáneamente aumentarlo-, lo que convirtió a Mejuto en socio único.

Mientras la producción en la fábrica vuelve a despegar, los exempleados vinculados a UGT continúan sus movilizaciones frente a la Delegación del Gobierno para conocer el estado de las investigaciones iniciadas después de la denuncia que habían presentado en Hacienda contra Hércules, por un presunto delito de falsedad documental. Fuentes del Ejecutivo central aseguraron a este diario el pasado 16 de octubre que la Agencia Tributaria mantiene abiertas desde hace un año las investigaciones en torno a esta cuestión.